Siempre me ha gustado leer y he pagado un alto precio por ello. [...] Yo solía leer mucho, y entre el flujo habitual de lecturas había algunos libros que eran difíciles de conseguir porque estaban prohibidos. Y no siempre sabíamos lo que estaba prohibido y lo que no. Pero sí sabíamos con certeza que los libros que se traían del extranjero, impresos en ruso por Inkopress, estaban prohibidos. Y por supuesto que los leímos, por supuesto que los recibimos y los intercambiamos. Había todo un mercado para esos libros prohibidos, y yo participé mucho en él. Todavía tengo el libro más caro de mi vida en la estantería de casa, La dádiva, de Nabokov. Por este libro me quité el anillo de diamantes de mi abuela, lo puse sobre el mostrador, y así lo conseguí. Fue en Moscú, en los años sesenta. El libro más caro de mi biblioteca. Valió la pena. Por supuesto, me echaron del trabajo en algún momento por leer esos libros...
Liudmila Ulítskaya entrevistada per Alejandro Luque. Jot Down.
Bon dia i bon any.
ResponEliminaSuposo que ja la deus tenir localitzada, però, per si un cas, aquesta ressenya de "No diguis res" em va agradar molt:
https://www.eltemps.cat/article/12686/irlanda-del-nord-conflicte-memoria-i-narracio
Salut,
Zaca
Sí, la tinc a punt, merci, Zaca.
EliminaL'has llegit (No diguis res, vull dir)?
El tinc a la (inabastable) pila de pendents.
EliminaJo també el tenia a la pila del greix. És molt bo, pel meu gust.
EliminaBon any, Zaca!
Bon any.
EliminaBon any!!! També m'ha agradat molt aquest article de la revista Temps. Gràcies.
EliminaBon any, Maria!
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