dissabte, 19 de juny del 2010

the killer inside me


De un clásico de la novela negra, una escurridiza película
per Charles McGrath.

El País, dijous 17 de juny de 2010
(Dins la selecció setmanal de notícies de The New York Times. P. 8)

Esas mismas cualidades que hacían que sus libros fueran tan fascinantes (el desenfreno, la originalidad y la sensualidad oscura y violenta de Thompson) también le hacían inmensamente atractivo para los directores de cine. Stanley Kubrick fichó a Thompson en los años cincuenta, la época dorada del escritor, y Sam Peckinpah lo contrató en los años setenta, casi al final de su vida.

Pero la visión de Thompson, aunque parezca estar hecha para Hollywood, es tan singular que a lo largo de los años ha resultado increíblemente escurridiza para las adaptaciones cinematográficas. Las dos versiones de su novela La huida (la de Peckinpah de 1972 y el remake de Roger Donaldson de 1994) tienen fama de haberla suavizado mucho.
Pero la película de Kennedy de 1976 de El asesino dentro de mí, con el joven y macizo Stacy Keach, no tiene ni pies ni cabeza.

Por muy extraño que pueda parecer, las mejores versiones cinematográficas de Thompson hasta la fecha las han hecho directores europeos: Los timadores, dirigida en 1990 por el inglés Stephen Frears; y la de 1981 del francés Bertrand Tavernier titulada 1280 almas, una adaptación de la novela homónima que mucha gente considera que es la mejor película de Thompson con diferencia.

Ahora Michael Winterbottom, otro inglés, espera sumarse a esta lista con su nueva versión de El asesino dentro de mí, con Casey Affleck, Jessica Alba y Kate Hudson.

Kubrick describió El asesino dentro de mí, publicada en 1952, como "probablemente la historia en primera persona más escalofriante y más creíble de una mente criminalmente retorcida que he leído jamás". Podría decirse que es la mejor novela de Thompson y que ejemplifica muchas de las dificultades que entraña traducir su obra a la gran pantalla.

Es la historia de Lou Ford, ayudante del sheriff de un pequeño pueblo de Tejas, de apariencia sosa e inútil, que resulta ser un asesino compulsivo y despiadado. Nada más empezar, por ejemplo, hay escenas de una violencia aterradora, incluido un famoso pasaje en el que se muestra el asesinato de una prostituta.

Al igual que muchas de las novelas de Thompson, El asesino dentro de mí está contada en primera persona, y la voz del narrador es seductora y escurridiza, como la que el asesino utiliza para engañar a sus víctimas. ¿Cómo podemos creernos una sola palabra de lo que dice?

Robert Polito, el biógrafo de Thompson, explicaba en una entrevista: "Thompson no es como los escritores con los que se le suele comparar. No es como Hammett, Chandler o Cain. Sus libros no son realistas. Se acercan mucho más a la fantasmagoría"

A diferencia de Tavernier o incluso de Frears, Winterbottom ha tratado por todos los medios de hacer lo que él denomina "una película muy literal". Su adaptación de la escena de la paliza es tan gráfica que en las primeras proyecciones en festivales de cine algunos espectadores se fueron de la sala. También amplía lo que en el libro no es más que una indirecta y hace hincapié en el hecho de que a los personajes les gusta el sexo duro y sadomasoquista.

Winterbottom es ambiguo en cuanto a la naturaleza de Lou. Puede que sea un psicópata, un asesino a sangre fría fingiendo ser un psicópata herido para que sintamos compasión por él o alguien en el que cualquiera de nosotros se podría convertir si se dieran las circunstancias adecuadas (o inadecuadas).

"Me cuidé de no hacerlo demasiado explícito", señala Winterbottom. "Estas cosas pasan, y ¿cómo las entiende uno? Me interesaba cómo era un asesino, cómo es la gente"

Otra pega que tiene adaptar a Thompson es que es excesivamente "negro" y Winterbottom también ha tratado por todos los medios de evitar eso. Su película, que se rodó en Oklahoma, donde nació Thompson, tiene definitivamente una apariencia muy animada, con exteriores bañados por el sol y automóviles de los años cincuenta de colores llamativos.

"No quería hacer una imitación ni un tributo al cine negro", comenta. "Thompson era directo y escueto escribiendo. Es casi como un texto de una obra de teatro. Me acuerdo que pensaba: "Esta es la visión de Thompson, no la tuya. Vamos a intentar rodar eso". Hace una pausa y añade: "Es un alivio, la verdad".


2 comentaris:

  1. L'article és gentilesa de l'Allau, que ens va avisar. Gràcies.

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  2. Se m'havia escapat aquest article de l'Allau. Esperarem en Winterbottom, tot i que és un tipus irregular i imprevisible, capaç de sorprendre en les dues direccions: fascinar i decebre.

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