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Font de la imatge: Fuck Yeah, Book Arts! |
Margaret Atwood. Historias reales. Traducció de María Pilar Somacarrera Íñigo. Bruguera, 2010. P. 128-133.
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Font de la imatge: Fuck Yeah, Book Arts! |
Margaret Atwood. Historias reales. Traducció de María Pilar Somacarrera Íñigo. Bruguera, 2010. P. 128-133.
A primer cop d'ull sembla que el poema hagi guanyat amb la traducció; llargària, si més no. Ni parlar-ne; ni li han crescut versos ni s'ha produït un fenomen paranormal ni res, és cosa de la deixadesa de la transcriptora, aquí present, que ha afetgegat la versió original fins a fer-la semblar més poca cosa, com si fos un resum de la traducció, vaja. I té bon arreglo [sic], ja veus tu, quatre espais i llestos, si no fos per la mandra, és clar.
ResponEliminaCarai, jo ho hagués enllestit, probablement, amb un "m'agrada" feisbuquià, o, en el pitjor dels casos, i si m'hagués llevat intrèpida, amb un pobre "güai", i, en canvi, he trobat una persona a qui calen unes quantes paraules més. El que fa tenir conversa:
ResponEliminaEn su poema “Spelling” (True Stories, 1981) se evoca la característica de extrañamiento y de encantamiento que puede producirse en y a través de la escritura, pues funciona como la metáfora de encarcelamiento y liberación a partir de la palabra. El poema está dividido en siete partes, cuyas imágenes, aparentemente inconexas entre sí, se unen a partir de colores, situaciones, recuerdos y metáforas. Esto representa la primera manifestación por romper las leyes del lenguaje, y la organización de sentido a partir de una lógica distinta. La primera imagen sugiere la conexión intrínseca entre el hecho de deletrear y combinar palabras (jugando como los niños pequeños), y la creación de un nuevo universo textual, de una manera similar al mago que juega con la alquimia para producir nuevos compuestos. Esta imagen evoca los ritmos de las canciones infantiles, sugiriendo la vuelta a lo oral, es decir, a una primera voz, al origen del lenguaje, fuera de los estereotipos fijados por el tiempo.
Spelling
My daughter plays on the floor
with plastic letters,
red blue and hard yellow,
learning how to spell,
spelling,
how to make spells.
ResponEliminaEl poema pasa del juego libre del lenguaje al encierro, a la negación y a la inhibición. En el fragmento 2, se establece una relación metonímica entre la niña que deletreaba en la primera parte libremente, negada ahora por mujeres que se encierran dentro de un cuarto a delinear palabras. La imagen sugiere la incapacidad creadora como consecuencia de la represión del juego, del encantamiento, sugerida en el “encierro” dentro de una estructura que es el cuarto.
and I wonder how many women
denied themselves daughters,
closed themselves in rooms,
drew the curtains
so they could mainline words.
Hasta este punto el ritmo fluye libremente, las comas ayudan a prolongar la imagen, dando una sensación de ligereza. Sin embargo, en el fragmento 3, el encierro se traduce al lenguaje cuyas estructuras se hacen más cortas y elípticas, lo cual desemboca en una pausa, casi forzada:
a child is not a poem,
a poem is not a child.
There is no either/or
However.
A pesar de la sensación de enclaustramiento, el juego de la palabra continúa. El poema dice más con lo que no dice. Al negar: “a child is not a poem, a poem is not a child”, se afirma, a partir de una lógica invertida que “a child is a poem, and a poem is a child”. Esta idea se refuerza con la última palabra: “However”, la cual parece negar la negación del poema y sirve como puente a la siguiente imagen: una mujer, atrapada en la guerra por el enemigo, quien le impide dar a luz. Aquí se enfatiza la relación entre mujer-niño; mujer-poema (niño y poema expresión de la mujer ahora acallada). En este fragmento, el cuerpo de la mujer, como el cuarto y el lenguaje, se vuelve un sitio de encierro, el cual paradójicamente expresa lo no dicho, lo figurado, lo imaginado a partir de lo inexpresado. El hecho de que sean los genitales el conducto que es violentado para suprimir la expresión, sugiere que el lenguaje también está impregnado de sexualidad, de deseos que quieren reprimirse, pero cuyos rastros salen inevitablemente a la superficie:
I return to the story
Of the woman caught in the war
And in labour, her thighs tied
Together by the enemy
So she could not give birth.
La relación entre el estrangulamiento del niño y el lenguaje se establece una vez más en el siguiente fragmento. Aquí el cuerpo femenino sigue siendo un lugar para la opresión; el órgano de focalización es la boca, y la víctima, la palabra:
ResponEliminaAncestress: the burning witch,
Her mouth covered by leather
To strangle words.
Hasta este momento las imágenes se organizan temáticamente alrededor de mujeres que tratan de sobrevivir en una prisión social y cultural evocada en el encierro y la victimación de su cuerpo. Sin embargo, en este mismo fragmento hay un momento de despertar que conlleva al reconocimiento del poder de la palabra como emancipación:
A word after a word
After a word is power
El regreso al significado se da a partir de la construcción de la metáfora. El lenguaje se abre desde el centro de sí mismo y se reconstruye en otra posibilidad de ser, estando en el mundo del texto, en el poema. Inmediatamente después del reconocimiento del poder de la palabra el lenguaje irrumpe en una serie de imágenes que evocan la sensación de apertura, fluidez, y erupción de lo que permaneció sofocado. El ritmo vuelve a ser fluido, no hay puntos, sólo comas, lo cual deja libre la corriente de las palabras, sin pausas opresivas, sin estrangulamiento. En este fragmento, el hecho de nombrar y combinar palabras se convierte en una manifestación per se de la metáfora y/o el poder de revertir las estructuras del propio lenguaje:
At the point where language falls away
Form the hot bones, at the point
Where the rock breaks open and darkness
Flows out of it like blood, at
The melting point of granite
When the bones know<
They are hollow and the word
Splits and doubles and speaks
The truth and the body
Itself becomes a mouth
This is a metaphor.
Después de la irrupción de una nueva significación del lenguaje, el poema vuelve al origen: al juego. El ritmo retoma nuevamente la tonada de las canciones infantiles y juega nuevamente con las palabras: spell, name, naming, name. El hechizo del poema se provoca a través de la repetición de las palabras finales de cada fragmento: “spell”, “words”, “however” “birth” “words” “power”, “mouth”,”metaphor”, “word” a manera de conjuro para invocar la capacidad expresiva de la poeta. Al final el poema se dirige hacia la reflexión de la palabra como nacimiento de lo nuevo donde el lenguaje deja de victimar y se convierte en un espacio para la liberación creativa:
How do you learn to spell?
Blood, sky and the sun,
Your own name first,
Your first naming, your first name,
Your first word.
Dos poemas, dos poetas, un encuentro: Margaret Atwood y Wislawa Szymborksa.
ResponEliminaLuisa Cristina Méndez Díaz
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ResponEliminaM'has fet recordar la lliçó que la Julia Kristeva m'ensenyà sobre el temps perdut de l'iniciàtic balbuceig..., o de quan la llengua només era ritme.
ResponEliminaQue visqui sempre, i per damunt de tot, la vigorosa llengua inicial!
(Parlo per experiència) Quan, en una jornada, intentes introduir més de 50 apunts al teu bloc la cosa se't bloqueja i la intenció de dir queda frenada del sec.
EliminaEstà clar que la normativa del sistema defuig qualsevol moment d'efusivitat.
Ah, sí, ja ho recordo. Això et va passar a L'Empriu i el dret de pas, oi, Girb?
Eliminade do do do, de da da da, sí, visca!
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