divendres, 28 de desembre del 2012

emma i anna


Cuando apareció Ana Karénina, se creyó que Tolstói había escogido el tema del adulterio y el suicidio como un reto a la obra maestra de Flaubert. Esto es probablemente una simplificación excesiva. Tolstói había leído Madame Bovary; se hallaba en Francia cuando la novela fue publicada por entregas en la Revue de Paris (1856-1857) y se movió en un círculo literario apasionadamente interesado en la obra de Flaubert. Pero por los diarios de Tolstói sabemos que el tema del adulterio y la venganza había ocupado su pensamiento ya en el año 1851 y que el verdadero estímulo hacia Ana Karénina no se produjo sino hasta enero de 1872, a raíz del suicidio de Ana Stepánova Pirogova, cerca de la finca de Tolstói. Todo lo que puede decirse es que Anna Karénina fue escrita con cierta conciencia de su predecesora por parte del autor.
Ambas novelas son obras maestras de su género. [...] Sin embargo, las dos creaciones de ninguna manera pueden reputarse como iguales; Ana Karénina es incomparablemente la más grande, por su plan, su humanidad y su técnica. La similitud de ciertos temas principales sólo refuerza nuestro criterio de que se trata de dos magnitudes diferentes.
George Steiner. Tolstói o Dovstoievski. Traducció d'Agustí Bartra. Siruela, 2002. P. 57-58.

* * *
Ana no es sólo una mujer, no es sólo un espléndido ejemplar de femineidad; es una mujer que posee un carácter moral pleno, compacto, importante: todo cuanto rodea a ese carácter es significativo y notable, y eso esto vale también para su amor. No es posible reducirlo, como hace otro personaje de la obra, la princesa Betsy, a un idilio clandestino. La naturaleza veraz y apasionada de Ana hace imposibles el disimulo y el secreto. Ella no es Emma Bovary, una provinciana soñadora, una zorra lírica que va arrastrándose al amparo de tapias ruinosas hasta el lecho de su amante de turno. Ana le entrega a Vronsky su vida entera, consiente en separarse de su adorado hijo, a pesar de las agonías que le cuesta no verle, y se va a vivir con Vronski primero a Italia, y después a la propiedad que él tiene en Rusia central, aunque esta aventura «pública» la deje marcada como mujer inmoral a los ojos de su inmoral círculo. (En cierto modo se puede decir que Ana pone en acción el sueño de Emma de huir con Rodolphe, pero Emma no hubiera experimentado ningún desgarro por separarse de su hija, ni había tampoco complicaciones morales en el caso de esta señora.)
Vladimir Nabokov. Curso de literatura rusa. Traducció de María Luisa Balseiro. RBA, 2010. P. 236.

1 comentari:

  1. Doncs què voleu que us digui, apa que no m'he passat la disjuntiva pel folre amb l'elegància que em caracteritza, dilemes a mi. I és que, privilegi de lector, hom es pot quedar amb totes dues. Clar que, davant d'un escamot d'afusellament, comminada a triar entre la madame de Bovera i la Karènina, jo diria Anita Ozores.

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