dilluns, 7 de gener del 2013

trama múltiple

William Hogarth. Marriage-à-la-mode, 1743-1745.


Las novelas tolstoianas plantean un antiguo problema relacionado con la teoría de las formas literarias, a saber: el de la trama múltiple o del centro dividido. En este punto, de nuevo, una técnica dirige nuestra atención hacia una metafísica, o por lo menos hacia conjeturas filosóficas. A pesar del punto de vista de muchos críticos de Tolstói y de lectores exasperados, las dobles y triples tramas de las novelas tolstoianas son elementos esenciales del arte de Tolstói, no síntomas de desorden estilístico o de autocomplacencia. En una carta al novelista, en 1877, Strájov habló desdeñosamente de «un crítico que se pregunta por qué ha de ocuparse usted...de cierto Levin, cuando debería ocuparse solamente de Ana Karénina». El crítico puede haber pecado de ingenuo en su lectura, pero las razones que hay detrás del método tolstoiano no son tan obvias como Strájov parece suponer.
Desde el principio, Tolstói trató de distribuir el peso narrativo de Ana Karénina entre dos tramas principales, y hay una sugerente dualidad en su búsqueda de un título. Dos matrimonios y Dos parejas, como Tolstói pensó, sucesivamente, titular el libro, son ambos un primer borrador donde vemos que Ana obtiene el divorcio y se casa con Vronski y cuyo propósito fundamental es ahondar en la naturaleza del matrimonio desde dos puntos de vista. Al principio, Tolstói no sabía con precisión cómo entrelazar la trama secundaria con la historia de Ana. Inicialmente, concibió a Levin (llamado sucesivamente Ordinstev y Lenin) como un amigo de Vronski. Pero gradualmente, y a través de exploraciones del material del que nos proporcionan fascinantes detalles los borradores, Tolstói halló las situaciones y los hilos de la trama que ahora nos impresionan como un todo orgánico e inevitable. En medio de la redacción de Ana Karénina, además, Tolstói se enzarzó en el problema de la educación popular. Durante algún tiempo le resultó repugnante trabajar en la novela.
[...] La novela es una Fisiología del matrimonio más penetrante que la de Balzac. La gran fuerza del tratamiento de Tolstói proviene del hecho de que retrata a tres matrimonios diferentes; la riqueza y madurez de su argumento serían menos claras para nosotros si se hubiese propuesto, como Flaubert, tratar exclusivamente un solo caso. Ana Karénina expone algunas de las teorías pedagógicas de Tolstói; Strájov le aseguró que hasta los más cultos maestros hallaban en los capítulos donde se habla del hijo de Ana «importantes sugerencias para una teoría de la educación». La trama múltiple permite a la novela sostener el peso de la polémica y de la abstracción. Algunas de las novelas «programáticas» de Dickens nos parecen retóricas e insulsas precisamente porque la parte de invención que contienen es demasiado restringida para contener y dramatizar la polémica social.
La comparación de las dos parejas, Ana-Vronski y Kitty-Levin, es el principal recurso que Tolstói emplea para lograr su propósito. El sentido del contraste, la yuxtaposición de las dos historias, concentra la moralidad de la fábula. Hay algo de Hogarth aquí, algo de las series paralelas de grabados que representaban a dos matrimonios o carreras: uno virtuoso y otro libertino. Pero la luz y la sombra están distribuidas de una manera más sutil; la nobleza de corazón de Ana es indestructible, y al final de la novela Levin se encuentra al comienzo de un camino muy difícil. Ésta es precisamente la diferencia entre sátira e ironía.
[...] Pero la tercera función de una trama doble o múltiple -su capacidad para sugerir la realidad haciendo que la concepción de una obra sea densa, irregular y compleja- es lo que da un peso decisivo a la novela tolstoiana. Se ha dicho con frecuencia que Tolstói es un escritor más «clásico» que Dickens, Balzac o Dostoievski porque depende menos que ellos de la mecánica de una trama, de las consecuencias de un encuentro casual, de una carta extraviada o de una súbita tempestad. En una narración tolstoiana los acontecimientos se presentan de una manera natural y sin la ayuda de aquellas coincidencias de las cuales tanto dependían los novelistas del siglo XIX.

George Steiner. Tolstói o Dostoievski. Traducció d'Agustí Bartra. Siruela, 2002. P. 104-107.


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