dimecres, 23 d’octubre del 2019

biblioteques sense llibres



SARA ANDRADE
Tendrás que viajar a Canadá para conocer esta biblioteca sin libros
Viajeros
6|10|2019

¿Cómo serán las bibliotecas del futuro? ¿Se publicarán libros de papel en 2050? Saber con exactitud qué pasará con el sector editorial es muy complicado, dado que si se hubieran cumplido todos los pronósticos con la aparición de Internet y el desarrollo de las tecnologías allá por los años 2000, ahora mismo a ninguna editorial se le ocurriría seguir comercializando libros en papel.
Pero contra todo pronóstico, y aún con menos librerías, seguimos teniendo el poder de decidir si leemos en papel o en la pantalla. Pensar, por lo tanto, en una biblioteca sin libros se hace algo extraño en pleno 2019, pero existe y está en la ciudad de Cambridge en Ontario, Canadá.
Sobre el gran río que recorre Cambridge, y en el antiguo edificio de correos de 164 años de antigüedad, se ha abierto Idea Exchange Old Post Office, un centro de aprendizaje y creación.
“Es un edificio con programas tecnológicos innovadores para niños, adolescentes, padres y personas mayores. Un verdadero lugar comunitario para el descubrimiento y el aprendizaje permanente”, señaló Gary Price, presidente de Old Post Office.
El estudio de arquitectura RDHA diseñó a finales de 2018 este edificio pensado como biblioteca sin libros de papel, pero sí con tabletas, impresoras 3D, restaurante y cafetería, salas de coworking y espacios de creatividad para niños y adultos.
Su estructura, que recibió el Premio Canadian Architect Award of Excellence 2018, se añadió al edificio antiguo creado por el arquitecto Thomas Fuller en 1885. RDAH ha incorporado un espacio adicional de más de 2.000 m2 que queda envuelto en una estructura de cristal y que resalta sobre el agua con vistas a la Escuela de Arquitectura de Waterloo.
Por supuesto, se han conservado partes del edificio histórico como la escalera ‘heritage’, un ejemplar único de la arquitectura del siglo XIX. 
La idea es que la nueva biblioteca sirva para almacenar información de forma digital, pues disponen de un amplio catálogo de libros y publicaciones online.
Pero también se trata de un espacio polivalente distribuido en cuatro pisos. En 'Creative Studios', la planta baja, hay estudios de grabación para aquellos interesados en el cine y la música, mientras que la primera planta, ‘Reading Room & Coffee', está destinada para leer tomando un café con buenas vistas y luz natural. 
En la tercera planta de Idea Exchange se encuentra ‘Discovery Center’, un espacio pensado para el desarrollo de STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas). En el ático, ‘MarkerSpace’, han dedicado espacio a la tecnología del futuro con impresoras 3D y robots.


5 comentaris:

  1. No sé com seran les biblioteques del futur. Ja m'ho trobaré. Cap problema. El que sé és que sense llibres no són biblioteques. Etimologia pura i dura. βιβλιοθήκη (bibliothḗkē) de βιβλίον (biblion, «llibre») i θήκη (thḗkē, «caixa»). Se n'hauria de dir d'una altra manera.
    Aquests canadencs ho han fet molt bé. Res de Library: Idea Exchange.

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    1. Depèn del que s'entenga per llibre.

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    2. Pos de moment llibre (a seques) és un munt de fulls (impresos) entre dues tapes.

      No sé si ho sabeu, però el que abans es deia Escola Superior de bibliotecàries va acabar sent la Facultat de Biblioteconomia i Documentació i ara es diu Facultat d'Informació i Mitjans Audiovisuals. Algo pasa com Mary. També haurem de rumiar què volem dir quan parlem de bibliotecaris.

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    3. Un llibre electrònic, doncs, no és un llibre. Rumieu, rumieu!

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    4. Un llibre electrònic és un llibre que va amb piles. No qüestiono els suports, Eva. La informació és la informació. Però que s'han acabat les biblioteques tal i com les havíem conegut és un fet. Si en continuem dient biblioteques d'aquests nous centres d'aprenentatge i creació no els hi fem justícia, crec.

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