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MANUEL ARRANZ
Las enfermedades del alma
Levante
8|5|2015
Un caballo sin jinete, el recuerdo de lo que se pensaba un crimen y la razón, que no siempre tiene razón. Todas las existencias humanas están ligadas entre sí, quizás, en su fragilidad. De esto habla el inquietante Gaito Gazdánov en El espectro de Aleksandr Wolf. Y es que el pasado nos persigue, implacable, y el efecto de la guerra es tan devastador para los cuerpos como para las almas.
Y de pronto, un día comprendemos que los contrarios no son incompatibles entre sí. Que se puede amar el bien y hacer el mal, extasiarse con la belleza y embrutecerse con la fealdad, contemplar una puesta de sol y revolcarse en el estiércol, amar a la vez el orden y el desorden, la música clásica y el rock, el agua y el vino, y que es humano hacerlo, como humano es arrepentirse tanto de lo que hicimos como de lo que no hicimos. La naturaleza del hombre no es precisamente lógica, y la razón sólo gobierna una mínima parte de nuestra vida, la más intrascendente y aburrida.
El espectro de Aleksandr Wolf es una extraordinaria novela sobre la dualidad de los sentimientos, sobre la atracción por igual de lo más alto y lo más bajo, pero, sobre todo, sobre la ignorancia de esos sentimientos cuya inesperada aparición nos deja inermes, indefensos, rendidos para siempre, y somos incapaces de explicar qué los ha suscitado, dónde se escondía su secreta raíz, a qué incomprensible lógica responden.
El carácter, que creemos consustancial a nuestra persona, resulta que no lo es. Un hombre, o una mujer huraños, desconfiados, rencorosos, se convierten de pronto por algún motivo, nimio las más de más veces, casual, circunstancial, en personas encantadoras, confiadas, afectuosas. Desgraciadamente también puede suceder al revés. ¿Qué ha pasado? Aparentemente nada, o nada que dependa de nosotros directamente. Sencillamente no gobernamos nuestras vidas y, paradójicamente, son las vidas de los otros, otros con los que muchas veces poco o casi nada tenemos que ver, las que gobiernan a la postre la nuestra. «Toda existencia humana está ligada a otras existencias humanas». Todas las existencias humanas están ligadas entre sí.
La verdadera existencia, nos dice el protagonista de esta novela, está compuesta de recuerdos, lamentos, presentimientos y una confusa esperanza. Una confusa esperanza en que todo tenga alguna finalidad, una confusa esperanza de que no hemos vivido para nada, de que nuestras decisiones han sido las acertadas y nada es irreparable y todo es perdonable y todo se olvida. Pagamos las culpas de los otros como otros pagan las nuestras.
¿Una novela policiaca? ¿Una novela existencialista, como leemos en la Wikipedia? Personalmente, sin ser ningún gran aficionado a esos clásicos y dignísimos géneros, yo no lo diría. Casi cualquier novela escrita en París por aquellos años tiene algo de existencialista, y el existencialismo, bien mirado, tiene algo de policíaco. Pero El espectro de Aleksandr Wolf es bastante más que eso. Es una novela sobre los devastadores efectos de la guerra en el alma humana. Sobre las guerras que se libran en nuestro interior. Porque los principios morales son las primeras víctimas en caer y las heridas del alma no cicatrizan nunca. La novela transcurre en París, ciudad donde en los años veinte y posteriores vivió y trabajo Gaito Gazdánov, nacido en San Petersburgo en 1903 y muerto en Múnich en 1971. Y a medida que vamos leyendo, nos damos cuenta de que todo, tanto en la novela como en la vida, puede torcerse en cualquier momento, de que no importa lo que hagamos o dejemos de hacer, y de que nuestro pasado y el de los otros nos persigue implacablemente. Una grandísima novela sobre los azares del destino y las incertidumbres del alma, sobre el amor, sobre la muerte, sobre la esperanza sin ilusión, y sobre la fragilidad de todas las cosas. Inquietante y magnífica.
Aquest llibre és absolutament impressionant. Gràcies,
ResponEliminaZaca
Hauries d'haver vingut dimarts al club, Zaca. Ho dic perquè, en general, no va acabar de convèncer. El resum seria que les primeres pàgines generaven unes expectatives tan altes que van acabar per decebre el personal. I sí, és imperfecta. Tot i així, malgrat les pegues que hi vam trobar —un parell de llargues digressions, un parell de personatges que queden mig penjats (la Marina, per exemple), un tret final precipitat— cinc assistents (de 27) la vam defensar a mort, més per reacció que per un altra cosa, suposo.
EliminaJo vaig tenir els sants nassos de formular una teoria a propòsit de la descompensació formal de la novel·la.
Com que vaig llegir a la contraportada que va ser publicada el 1947-48 a la revista en llengua russa Новый Журнал, vaig pensar, calla, que no hagués estat escrita per entregues, també, com Dickens i Dumas, et al.., i jo què sé, que d'una entrega a l'altra ja no tingués present l'anterior i se li hagués anat una mica l'olla...
No ho he aclarit, però sí que he descobert que el primer fragment de la novel·la que es va publicar és justament el de la boxa, on el prota coneix la Ielena, l'any 1945, en una altra revista.
Total, que va començar pel combat de boxa.
Ho he trobat aquí: https://polka.academy/articles/510
Первый фрагмент из романа — описание боксёрского матча, на котором герой знакомится со своей будущей подругой Еленой Николаевной, — вышел в 1945 году в журнале «Встреча». Полностью роман был опубликован в нью-йоркском «Новом журнале» в 1947–1948 годах.
que en catalanesca llengua vindria a ser:
El primer fragment de la novel·la —una descripció d'un combat de boxa on l'heroi coneix la seva futura xicota, Elena Nikolaevna— es va publicar el 1945 a la revista "Vstrecha" (Trobada). La novel·la es va publicar sencera al "Novy Zhurnal" (Nou Diari), amb seu a Nova York, entre 1947 i 1948.
Tot distreu, ves.
Doncs em sap greu que no agradés. Potser la lectura estava condicionada per alguna de les ressenyes, que deia que no era una novel·la perfecta (però què ho és, tret de la Comedia aquella i poca cosa més?).
EliminaPel que fa a mi, les digressions no em molesten: caracteritzen aquest narrador ple de dubtes i (ehem) traumes. La Marina també crec que serveix per definir els pocs escrúpols i la capacitat de seducció del personatge.
El final no em sembla precipitat: de fet, crec que, per bé que feia pàgines que sabíem qui era l'amant anglès de Ielena, aquest final és molt de novel·la d'enjòlit; diria que t'agafa una mica de sorpresa.
Per altra banda, hi ha pàgines memorables. Per descomptat, l'episodi de l'enfrontament en mig de la guerra: la calor que t'aplaca, el cansament, la son insuportable... Gairebé sents el cric-cric de les llagostes i veus les bales a càmera lenta. I personalment em va flipar la primera nit que passen junts Ielena i el narrador: és d'una sensualitat i una delicadesa extraordinària.
Tot l'ambient dels russos blancs a París, que només toca de passada, també em resulta granment interessant.
Altre cop, moltes gràcies, perquè no el coneixia i ara miraré de trobar la seva novel·la sobre quan feia de taxista a París.
Vinga,
Zaca