«—Que n'és de relatiu, tot! —va dir Wolf—. Vostè estava convençut que m'havia matat, jo estava convençut que vostè havia mort per culpa meva, però cap dels dos tenia raó...»Gaito Gazdànov. L'espectre s'Aleksandr Wolf. Traducció de Maria García Barris.Karwán, 2021. P. 156.
Mientras andaba de noche por un camino solitario, Nasreddin Hoca, según cuenta la historia, se percató de que un grupo de jinetes se aproximaba a él. Preso del pánico, suponiendo que iban a robarle o bien a reclutarlo para el ejército, saltó por encima de un muro cercano y fue a parar a un cementerio. Los jinetes, que en realidad eran viajeros corrientes, se sintieron atraídos por su conducta, así que se acercaron sobre sus cabalgaduras al muro para mirar por encima de él y vieron a Hoca, sin mover un músculo, tendido en el suelo.
-¿Podemos ayudarle? -le preguntaron los viajeros-. ¿Qué hace ahí?
-Veamos -respondió Nasreddin Hoca-. Es más complicado de lo que se imaginan. Resulta que yo estoy aquí por ustedes, y ustedes están aquí por mí.
Elif Batuman. Los poseídos. Traducció de Marta Rebón. Seix Barral, 2011. P. 97.

Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada