dilluns, 27 de febrer del 2012

la biblioteca de pío baroja



UNA VISITA a la biblioteca de Pío Baroja en su casa de Vera del Bidasoa será siempre de utilidad a los admiradores y estudiosos del novelista, y no porque sea probable que en ella realicen hallazgos sensacionales, sino simplemente porque la vista de sus libros les ayudará a encuadrar mejor y avizorar como en panorámica los intereses y tendencias del autor. Ya la casa en que se halla alojada, la hermosa Itzea, con sus preciosos muebles, grabados y objetos ornamentales o curiosos, nos enseñará algo sobre la sensibilidad estética de Baroja, más refinada de lo que el novelista haría sospechar a sus lectores, pero si además tenemos la paciencia de inspeccionar sus anaqueles, no dejaremos de recibir alguna idea nueva o alguna rectificación a nuestros preconceptos.

La biblioteca contiene entre 5.000 y 5.500 volúmenes, la mayoría colocados en una gran sala admirablemente dispuesta para la lectura cómoda y recogida, y el resto está distribuido por habitaciones adyacentes.
[...]Antes de entrar en materia querríamos hacer constar dos impresiones experimentadas apenas entramos en la biblioteca. Lo primero que nos llamó la atención fue el gran número de obras no literarias que alberga, más de la mitad del total, y en su mayoría obras históricas y geográficas. El que la biblioteca de un novelista encerrase tanta literatura no imaginativa, y entre ella tan gran masa de información factual, histórica o de otro género, nos confirmó en la impresión de que Baroja estaba muy lejos de ser lo que Unamuno llamaba con desprecio un "literato puro", es decir, un escritor que sólo se alimenta espiritualmente de obras de ficción, así como que su afán de realismo no sólo se contentaba con la observación de lo vivido, sino que le impulsaba a buscar para sus novelas una "documentación" mayor de lo que a primera vista parece.

[...]Otra cosa que me chocó fue que Baroja, a pesar de su conocida galofobia en política y en literatura, hubiese leído más libros en francés que en ninguna otra lengua, incluyendo la suya. La inmensa mayoría de sus libros de historia, filosofía, crítica literaria, novela, poesía y teatro, son franceses o están traducidos al francés. Sus novelistas predilectos, ingleses y rusos, los tuvo que leer en traducciones francesas, y, lo que es  más, muchos literatos modernos franceses, a los que apenas se refiere, sino despectivamente, están allí, magníficamente representados en una colección de 770 y pico volúmenes. Esto, sin embargo, era fácil de prever, ya que el francés era prácticamente la única lengua extranjera accesible a Baroja.
[...] Pero, así y todo, no pudo menos de extrañarnos que el novelista no haya jamás puesto de lado sus preferencias estéticas para rendir tributo de agradecimiento a la cultura y la lengua que lo han amamantado literariamente.

José Alberich. "La biblioteca de Pío Baroja" A: Pío Baroja. Edició de Javier Martínez Palacio.2a ed. Taurus, 1979. P. 263-265.


5 comentaris:

  1. en aquest escrit, després de tanta divagació, hi falta justament el més important : quins són aquests llibres ? fílies ? fòbies ?..suposo que ho aclarirem demà

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    1. Fòbies: Els autors espanyols,en general, i els seus coetanis en particular, tret de Galdós (Episodios Nacionales), Azorín i els Machado..; no suporta Flaubert, Zola, Proust, Paul Bourget, Chateaubriand, Anatole France...Stendhal tampoc li acaba de fer el pes.

      Cervantes i Goethe li semblen antipàtics, tot i que admira El Quijote.

      >Fílies: Els fulletons romàntics,la novel·la anglesa d'aventures en general. Els seus autors predilectes: Balzac, Defoe, Sterne, Dickens, Scott, Irving, Poe, i, sobretot, el russos del XIX, amb una flaca especial per Gorki, sembla ser.

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    2. Ah, i Dostoievski, també li agradava molt. I Verne i Stevenson. A en Robert Louis l'he deixat pel final, amb tota la (mala) intenció del món!!

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  2. A vegades em pregunto si no hi deu haver que escriptors que, intuint una mort propera i preocupats per la posteritat, fan una última neteja de la perquè els estudiosos futurs puguin elogiar el seu gust lector i per esborrar el rastre d'algunes influències indesitjables.

    No crec que sigui el cas de Baroja.

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    1. Baroja va escriure molt i molt -i sense tallar-se gota- sobre el seus gustos literaris. No se n'amagava, no. Ni dels fulletons romàntics.

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