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Barcelona ha sido, ya desde el siglo XIX, ciudad de tertulias. Los
amantes -y practicantes- de las letras siempre han tenido tendencia a
encontrarse, para hablar no sólo de literatura sino de cualquier otra
cuestión que merezca su interés, ya sea el cine o el fútbol. En los
últimos años, la actividad de las tertulias no ha decaído y la pasión
por el intercambio de pareceres literarios se ha visto además
incrementada por la proliferación de los clubes de lectura. Los amantes
de las letras se citan, como antaño, en los bares, pero ahora lo hacen
también en las bibliotecas y en los foros y blogs de internet.
[...] La tertulia on line en tiempos de videoconferencias y talleres virtuales. No hay duda de que para miles de escritores y lectores, Facebook es la Gran Tertulia de nuestra época. Para "ser verdaderamente contemporáneo", escribió Gómez de la Serna, tenían que "vivir en el café". Uno de los modos de serlo ahora es comentar la cultura en los blogs y en las redes sociales, donde espontáneamente se configuran comunidades con un núcleo de habituales y una periferia de ocasionales, que no tienen por qué vivir en la misma ciudad para mantener conversaciones. Y además pueden hacerlo a diario. Qué digo: hora a hora. Minuto a minuto.
Ciudad de tertulias. Jorge Carrión. La Vanguardia. Culturas. 2 maig 2012.
Té més raó que un sant, en Carrión, quan diu això de "no tienen por qué vivir en la misma ciudad". Per a mostra, un botó, com diuen els de Fraga, que aquest bloc va néixer com a complement de les trobades presencials del club de lectura i ara quasi ha esdevingut un club virtual paral·lel, on els lectors i comentaristes habituals no són, precisament, els clubaires de carn i ossos a qui, en principi, va adreçada la cosa. Gràcies per la propina!
ResponEliminaCert el què dius, Matilde. i, per sort, no és l'unic perquè els lletraferits som molts.
ResponEliminaAl post anterior sobre Wharton t'he deixat un comentari.
Salutacions!