Això és una provocació. Recordo haver-hi passat tot remuntant el Túria ja en terres de Terol. Libros és parada obligada, no pels bibliòfils, si no pels apassionats de l'antiga mineria. Apart de les mines de sofre, destaca per l'església-cova i per les seves granotes gegants fossilitzades.
No saps les ganes que tenia de parlar de Terol, Girb. És un tema clàssic, com Ikea, la Nespresso o el plegat correcte dels llençols de sota ajustables, amb goma a les quatre cantonades.
Ah, i ara mateix estic dibuixant un mapa de viles que -noms a banda- sí que són parada obligada pels bibliòfils; viles que s'han proclamat "territori del llibre". Hi ha un pilot, escampades arreu del món. Próximamente en sus pantallas. Tot distreu.
En plena temporada de "Pastorets", el sofre nadiu de Libros em remet al "Banyetes": ¿El Diable, és o no és un gran lector? Aquí corro a obrir el "Diccionario del Diablo" d'Ambrose Bierce on només trobo: Libro de recortes, s. Libro editado por un tonto con las tonterías que se dicen sobre él. Molta més por fa el Lexicógrafo que trobo dues entrades més amunt.
Per sort l'he trobat senceret a la xarxa, que si no de què et copio aquesta parrafada ( http://www.ciudadseva.com/textos/otros/dicdia02.htm )
Lexicógrafo, s. Individuo pestilente que so pretexto de registrar un determinado estadio en el desarrollo de una lengua, hace lo que puede para detener su crecimiento, quitarle flexibilidad y mecanizar sus métodos. El lexicógrafo, después de escribir su diccionario, se convierte en "autoridad", cuando su función es simplemente hacer una recopilación y no dictar una ley. El natural servilismo de la inteligencia humana, al investirlo de un poder judicial, renuncia a su derecho a la razón y se somete a una mera crónica como si fuera un estatuto legal. Basta, por ejemplo, que el diccionario catalogue a una palabra de buena ley como "obsoleta" u "obsolescente", para que pocos hombres se atrevan a usarla en adelante, por mucho que la necesiten y por conveniente que sea. De este modo el empobrecimiento se acelera y el idioma decae. Por el contrario, el escritor audaz y cultivado que sabe que el idioma crece por innovación --cuando crece--, y fabrica nuevas palabras o usa las viejas en un sentido poco familiar, encuentra pocos adeptos. Enseguida le señalan agriamente que "eso no está en el diccionario", aunque antes de aparecer el primer lexicógrafo (¡que Dios lo perdone!) nadie había usado una palabra que estuviera en el diccionario. En la época de oro del idioma inglés, cuando de labios de los grandes isabelinos brotaban palabras que formaban su propio significado, evidente en su sonido mismo, cuando eran posibles un Shakespeare y un Bacon, y el idioma, que hoy muere rápidamente por una punta y se renueva despacio por la otra, crecía vigoroso y se conservaba dulce como la miel y fuerte como un león, el lexicógrafo era una persona desconocida, y el diccionario una obra para cuya creación el Creador no lo había creado.
Libertad, s. Uno de los bienes más preciosos de la Imaginación, que permite eludir cinco o seis entre los infinitos métodos de coerción con que se ejerce la autoridad. Condición política de la que cada nación cree tener un virtual monopolio. Independencia. La distinción entre libertad e independencia es más bien vaga, los naturalistas no han encontrado especímenes vivos de ninguna de las dos.
Libertino, s. El que ha corrido tras el placer con tanto ardor, que tuvo la desgracia de pasarlo de largo.
Ai, sort que he posat carinyoen cursiva, a prova de lexicògrafs, tu! Sats, aquest diccionari de n'Ambrosio em sona una mica a Bauçà. De fet, ho hauria de dir al revés. I ja m'he ben enganxat. És més distret que el TENTE (o el LEGO, per citar-ne un altre i que rima millor amb llibre).
Peatón, s. Para un automóvil, parte movediza (y audible) del camino. Placer, s. La forma menos detestable del tedio. Plagiar, s. Asumir el pensamiento o el estilo de otro escritor, a quien uno jamás ha leído. Realidad, s. El sueño de un filósofo loco. Lo que queda en el filtro cuando se filtra un fantasma. El núcleo de un vacío. Reposar, v.i. Dejar de fastidiar. Rezar, v. i. Pedir que las leyes del universo sean anuladas en beneficio de un solo peticionante, confesadamente indigno.
R.I.P. Abreviatura distraída de "requiescat in pace", con que se testimonia una indolente buena voluntad hacia los muertos. Según el erudito doctor Drigge, originariamente significaba "reductus in pulveris", o reducido a polvo. Ruido, s. Olor nauseabundo en el oído. Música no domesticada. Principal producto y testimonio probatorio de la civilización. Ruso, s. Persona de cuerpo caucásico y alma mongólica. Emético tártaro.
Academia, s. Escuela antigua donde se enseñaba moral y filosofía. Escuela moderna donde se enseña el fútbol.
Cobarde, adj. Dícese del que en una emergencia peligrosa piensa con las piernas. Epitafio, s. Inscripción que, en una tumba, demuestra que las virtudes adquiridas por la muerte tienen un efecto retroactivo.
I via Terol que hi he arribat, Girb! I encara hi ha qui diu que no existeix, coi de negacionistes, maleïts sian, així els caigués a sobre una bona tempesta de granotes gegants fossilitzades. Amén.
Això és una provocació.
ResponEliminaRecordo haver-hi passat tot remuntant el Túria ja en terres de Terol. Libros és parada obligada, no pels bibliòfils, si no pels apassionats de l'antiga mineria. Apart de les mines de sofre, destaca per l'església-cova i per les seves granotes gegants fossilitzades.
No saps les ganes que tenia de parlar de Terol, Girb. És un tema clàssic, com Ikea, la Nespresso o el plegat correcte dels llençols de sota ajustables, amb goma a les quatre cantonades.
EliminaAh, i ara mateix estic dibuixant un mapa de viles que -noms a banda- sí que són parada obligada pels bibliòfils; viles que s'han proclamat "territori del llibre". Hi ha un pilot, escampades arreu del món. Próximamente en sus pantallas. Tot distreu.
EliminaEl títol de l'apunt és un homenatge a l'amic Jim Thompson, és clar.
EliminaEn plena temporada de "Pastorets", el sofre nadiu de Libros em remet al "Banyetes": ¿El Diable, és o no és un gran lector?
ResponEliminaAquí corro a obrir el "Diccionario del Diablo" d'Ambrose Bierce on només trobo:
Libro de recortes, s. Libro editado por un tonto con las tonterías que se dicen sobre él.
Molta més por fa el Lexicógrafo que trobo dues entrades més amunt.
No em deixes aixina, carinyo! Remata el lexicòfrag, si et plau!
EliminaPer sort l'he trobat senceret a la xarxa, que si no de què et copio aquesta parrafada ( http://www.ciudadseva.com/textos/otros/dicdia02.htm )
ResponEliminaLexicógrafo, s. Individuo pestilente que so pretexto de registrar un determinado estadio en el desarrollo de una lengua, hace lo que puede para detener su crecimiento, quitarle flexibilidad y mecanizar sus métodos. El lexicógrafo, después de escribir su diccionario, se convierte en "autoridad", cuando su función es simplemente hacer una recopilación y no dictar una ley. El natural servilismo de la inteligencia humana, al investirlo de un poder judicial, renuncia a su derecho a la razón y se somete a una mera crónica como si fuera un estatuto legal. Basta, por ejemplo, que el diccionario catalogue a una palabra de buena ley como "obsoleta" u "obsolescente", para que pocos hombres se atrevan a usarla en adelante, por mucho que la necesiten y por conveniente que sea. De este modo el empobrecimiento se acelera y el idioma decae. Por el contrario, el escritor audaz y cultivado que sabe que el idioma crece por innovación --cuando crece--, y fabrica nuevas palabras o usa las viejas en un sentido poco familiar, encuentra pocos adeptos. Enseguida le señalan agriamente que "eso no está en el diccionario", aunque antes de aparecer el primer lexicógrafo (¡que Dios lo perdone!) nadie había usado una palabra que estuviera en el diccionario. En la época de oro del idioma inglés, cuando de labios de los grandes isabelinos brotaban palabras que formaban su propio significado, evidente en su sonido mismo, cuando eran posibles un Shakespeare y un Bacon, y el idioma, que hoy muere rápidamente por una punta y se renueva despacio por la otra, crecía vigoroso y se conservaba dulce como la miel y fuerte como un león, el lexicógrafo era una persona desconocida, y el diccionario una obra para cuya creación el Creador no lo había creado.
Libertad, s. Uno de los bienes más preciosos de la Imaginación, que permite eludir cinco o seis entre los infinitos métodos de coerción con que se ejerce la autoridad. Condición política de la que cada nación cree tener un virtual monopolio. Independencia. La distinción entre libertad e independencia es más bien vaga, los naturalistas no han encontrado especímenes vivos de ninguna de las dos.
Libertino, s. El que ha corrido tras el placer con tanto ardor, que tuvo la desgracia de pasarlo de largo.
Libro de recortes,...
Ai, sort que he posat carinyoen cursiva, a prova de lexicògrafs, tu!
EliminaSats, aquest diccionari de n'Ambrosio em sona una mica a Bauçà. De fet, ho hauria de dir al revés.
I ja m'he ben enganxat. És més distret que el TENTE (o el LEGO, per citar-ne un altre i que rima millor amb llibre).
Peatón, s. Para un automóvil, parte movediza (y audible) del camino.
Placer, s. La forma menos detestable del tedio.
Plagiar, s. Asumir el pensamiento o el estilo de otro escritor, a quien uno jamás ha leído.
Realidad, s. El sueño de un filósofo loco. Lo que queda en el filtro cuando se filtra un fantasma. El núcleo de un vacío.
Reposar, v.i. Dejar de fastidiar.
Rezar, v. i. Pedir que las leyes del universo sean anuladas en beneficio de un solo peticionante, confesadamente indigno.
R.I.P. Abreviatura distraída de "requiescat in pace", con que se testimonia una indolente buena voluntad hacia los muertos. Según el erudito doctor Drigge, originariamente significaba "reductus in pulveris", o reducido a polvo.
EliminaRuido, s. Olor nauseabundo en el oído. Música no domesticada. Principal producto y testimonio probatorio de la civilización.
Ruso, s. Persona de cuerpo caucásico y alma mongólica. Emético tártaro.
Academia, s. Escuela antigua donde se enseñaba moral y filosofía. Escuela moderna donde se enseña el fútbol.
EliminaCobarde, adj. Dícese del que en una emergencia peligrosa piensa con las piernas.
Epitafio, s. Inscripción que, en una tumba, demuestra que las virtudes adquiridas por la muerte tienen un efecto retroactivo.
Benvinguda al clàssic del Bierce; començat fa quasi segle i mig i encara fresc com una rosa.
ResponEliminaI via Terol que hi he arribat, Girb! I encara hi ha qui diu que no existeix, coi de negacionistes, maleïts sian, així els caigués a sobre una bona tempesta de granotes gegants fossilitzades. Amén.
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