divendres, 30 d’octubre del 2020

mites i llegendes


Los poemas homéricos eran más que un entretenimiento para un público hechizado, expresaban los sueños y las mitologías de los pueblos antiguos. Desde tiempos remotos, de generación en generación, los seres humanos nos relatamos los hechos históricos que han dejado huella en la memoria de las generaciones, pero tenemos la manía reincidente de convertirlos en leyenda. En el siglo XXI, la invención de gestas heroicas puede parecernos un mecanismo primitivo y ya superado. Sin embargo, no es así: cada civilización elige sus episodios nacionales y consagra a sus héroes para enorgullecerse de un pasado legendario. Tal vez el último país en forjar su universo mítico haya sido los Estados Unidos, con el western, y ha logrado exportar su fascinación al mundo globalizado contemporáneo. John Ford reflexionó sobre la mitificación de la historia en El hombre que mató a Liberty Valance, donde el director de un periódico, rasgando el artículo solidamente documentado de su reportero de investigación, concluye: «Esto es el Oeste, señor. Y, en el Oeste, cuando los hechos se convierten en leyenda, hay que imprimir la leyenda». No importa que la época añorada (los tiempos del genocidio indio, la guerra civil, la fiebre del oro, el poder de los salvajes vaqueros, las ciudades sin ley, la apología del rifle y la esclavitud) fuese en realidad poco gloriosa. Algo parecido podría afirmarse —y algunos griegos tuvieron el coraje de decirlo— acerca del gran acontecimiento fundacional heleno, la sangrienta guerra de Troya. Pero, igual que el cine nos ha enseñado a enamorarnos de los paisajes polvorientos y grandiosos del Lejano Oeste, de los territorios fronterizos, del espíritu pionero y del afán de conquistar la tierra, Homero emocionaba a los griegos con sus violentos y vibrantes relatos del campo de batalla y del regreso de los vetaranos al hogar... 


Irene Vallejo. El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo. 8a ed. Siruela, 2020. 

 

3 comentaris:

  1. A "Casablanca" sempre els quedarà París.

    A nosaltres: El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo.

    Imma

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    Respostes
    1. No cal pas que us el compreu; al pas que vaig, l’hareu llegit pràcticament sencer.

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    2. Si venen els de l’sgae i em foten a la presó...recordeu que FUMO.

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