dissabte, 26 de juliol del 2025

la síndrome de chaplin


Las mejores copias ponen en entredicho la calidad del modelo. Según la leyenda, en 1921 Charles Chaplin se presentó a un concurso de imitadores de Chaplin. En forma absurda, quedó en segundo lugar (un periódico australiano incluso lo ubicó en el puesto 27 entre 40 participantes). El cómico ya era mundialmente famoso, pero pocos lo habían visto a todo color. En persona, el célebre Charlot ofrecía una pálida versión de sí mismo.

¿De qué sirve ser auténtico si no lo pareces?

 

Juan Villoro. No soy un robot. La lectura y la sociedad digital. Anagrama, 2024. P. 57.


2 comentaris:

  1. Alguna que otra vez he hablado sobre libros que no he leído. Por ejemplo, lo hice en su día -y hasta me atreví a recomendarlo- con "Cómo hablar de los libros que no se han leído", de Pierre Bayard. Lo hice por presumir. Tenía veintipocos años y me resultó fácil y divertido, incluso más fácil que hablar de lo leído, porque la lectura suele condicionarme la libertad de juicio. Un par de años después lo leí. Me gustó muchísimo.

    Chiloé

    Nota Breve: Pretendo colocar este comentario en el siguiente post (es decir, en su sitio), pero no lo consigo.

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    Respostes
    1. No hay manera, Chiloé. El post es una reemisión y debe estar dañado.

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