dimarts, 13 de març del 2012

cartas finlandesas: el fred


El frío. Voy a sorprender a mis lectores diciéndoles que aquí no hace frío. Dentro de las casas se vive en perpetua primavera, y en la calle, envuelto en pieles, suda uno más que en verano. Sólo la cara, que tiene que ir al descubierto, se resiente de las caricias un tanto brutales de la nieve y el viento. De 10 grados para abajo, la barba se hiela y la cara se adorna con un marco de estalactitas; cuando se vuelve a casa después de pasear un rato, de cada pelo cuelga un carámbano, y al sacudirse suena uno como una araña de cristal. A los 20 grados lloran hasta las personas menos sensibles, y hay que tomar precauciones contra la congelación. En el interior, y al norte del país, donde los fríos son más intensos y persistentes, ocurren desgracias todos los años. En los casos de congelación, si no se acude a tiempo con frotaciones de nieve y se presenta la gangrena, hay que amputar las partes congeladas: las narices y las manos son las que corren mayor peligro.
En las ciudades, con los medios de que se dispone para luchar contra el frío, los inviernos son agradables. Los días de frío fuerte son contados y pasan antes de que se los sienta: la temperatura corriente, de 10 a 12 grados bajo cero, convida a pasear y a hacer excursiones en trineo por los campos cubiertos de nieve o por los mares helados. Un finlandés me decía que no sabía lo que era pasar frío hasta que se fue un invierno a Niza, a lo cual le contesté yo que los únicos inviernos en que yo no había sentido ningún frío eran los dos pasados en Finlandia. 
Ángel Ganivet. Cartas finlandesas; Hombres del norte. Nórdica libros, 2006. P. 134-135.

3 comentaris:

  1. Consell del dia:

    "No toqueu ferro fred amb les mans humides. Si sense adonar-vos-en se us hi enganxa una mà, orineu sobre el ferro per escalfar-lo i salveu unes miques de pell. Si se us hi enganxen totes dues mans, millor que tingueu un amic a la vora."

    Tot el que sé sobre les virtuts de la urea m'ho han ensenyat l'Àgueda, en Girbén i l'Anne Fadiman. Aquí .

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  2. Ara ho hauria de buscar, però em penso que era Pla que deia que el fred més horrorós del món es passava als pisos grans (i impossibles d'escalfar) de l'Eixample. Jo vaig passar uns dies d'estiu força calorosos a Estocolm, i no diré que fos pitjor que la xafogor barcelonina, però la veritat és que no estaven gaire ben preparats...

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  3. Era Pla, sí, passa que no sé on. I també deia que a Barcelona el fred és masculí i a l'Empordà, femení: la fred.

    Cada terra fa sa guerra. Jo suposo que els cotxes finlandesos no deuen portar aire condicionat de sèrie (total, per dos dies de calor l'any, no cal) i que, per contra, els seients amb calefacció ha de ser la cosa més natural del món...

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