dilluns, 6 de desembre del 2010

res, no-res


La historia de la novela moderna no es tanto la del sujeto que adquiere juicio y se integra en la racionalidad de los procesos sociales, véase el Wilhelm Meister de Goethe , como la historia del sujeto que no halla lugar en la concatenación social, sino que en todo caso sale de ella. Los Buddenbrook de Thomas Mann -tal vez el libro más rico en amor hacia la prosa burguesa- narra el progresivo extrañamiento respecto de esa prosa social y de la totalidad épica de la vida. Tal como revela de forma incomparable La educación sentimental de Flaubert, la novela se convierte en el espacio de la melancolía, de la disparidad entre la existencia que fluye hacia la nada y su significado imposible de hallar.
Kafka, que soñaba con leer sin interrupción desde una tarima toda La educación sentimental, divisaba en este grandísimo libro dotado de todo encanto y de toda desilusión la cúspide de la literatura moderna de la soledad y la ausencia, de la cual él mismo se sabía miembro. Flaubert es un maestro del encanto que nace, no de lo que acontece, sino de la melodía de los acontecimientos, del ritmo de su transcurso y caducidad. Aspiraba a escribir un libro sobre nada, de argumento casi invisible; este argumento inexistente es a la vez el vacío retumbante de conversaciones intrascendentes sobre el cual giran palabras y creencias y que sirve de fundamento a ciudades, estados e iglesias, verdades y filosofías, a toda nuestra realidad cada vez más semejante a uno de esos Entes Públicos que sobreviven a las exigencias para las cuales fueron construidos y siguen funcionando, perfectamente y sin objeto.
De este libro admirable sobre nada provienen también Kafka y sus criaturas, los radicales héroes negativos de la literatura de fin de siglo y principios del xx, los protagonistas de la negación absoluta: el escribiente Bartleby, de Melville, que responde a cada invitación "mejor que no"; los personajes de Kafka y Walser, que se arrastran por los rincones oscuros y las fisuras de la vida, rehuyendo el zarpazo del mundo; Wakefield "el rechazado por el universo" de Hawthorne, que trata de desaparecer, de ocultarse a la realidad, de vivir en espacios contiguos o paralelos, similares a los de relatos posteriores de ciencia-ficción. Este rechazo total de la prosa del mundo -y también de toda protesta confiada ante ella- es la estrategia defensiva extrema del sujeto, que intenta salvar del abrazo envolvente de la totalidad social -mediante la negación, autodisimulación y renuncia- un residuo irreductible de vida propia, de sentido.
La novela-epopeya no nacerá de la prosa del mundo, de una totalidad identificada con el puro mecanismo social, sino de una totalidad concebida en términos mítico-religiosos; es decir, nacerá de una cultura agraria o en todo caso preburguesa, preindustrial. La épica moderna, es decir, el arte capaz de captar la totalidad unitaria de la vida por encima de las escisiones, no se reconcilia con la prosa social, sino que la rechaza y la trasciende.

Claudio Magris. El anillo de Clarisse: tradición y nihilismo en la literatura moderna. Península, 1993. P.27-29.

6 comentaris:

  1. Vaig a buscar la llibreta i el llapis. Creia haver llegit quasi tot Magris i aquí em cites una peça que se m'havia escapat. A veure si el trobo i me'l regalo per nadal.

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  2. Potser te poc a veure, però aquest paragraf:
    "...un libro sobre nada, de argumento casi invisible; este argumento inexistente es a la vez el vacío retumbante de conversaciones intrascendentes sobre el cual giran palabras y creencias".
    Encaixaria bastant bé en la definició d'un llibre de Rafael Argullol que estic llegint: "Visión desde el fondo del mar".

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  3. L'any que ve sentirem a parlar una mica més d'en Magris i hasta aquí puedo leer. Heu llegit l'educació sentimental de Flaubert?

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  4. Molt contundent quan diu que "aspiraba a escribir un libro sobre nada", tal vegada es podria comnsiderar un aforisme "aglutinador" del mateix fet d'escriure (de la creació literària pròpiament dita), no?

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  5. Quan he arribat a la reflexió final he vist una lluïssor. L'he rellegida i encara més llum. Això de la totalitat em crida, agrari que sóc. Pessoa va necessitar a l'Alberto Caeiro per a poder situar-se en aquest pla no escindit.

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  6. Ai, que tots aquests dies he estat incomunicada perquè era fora i havia deixat un parell de coses d'aquestes precuinades i programadetes, i per això no he dit ni mu.

    Jo només sé que no em ve de gust tancar-me a l'Insitut Benjamenta. M'està fent molta mandra en Walser. Molta. Però com que els camins de la lectura són inescrutables, sospito que acabaré llegint L'educació sentimental, que la vaig començar i abandonar fa vint anys. Mai és tard.

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