Laura Freixas. Ladrona de rosas: Clarice Lispector una genialidad insoportable. La esfera de los libros, 2010.
(text extret de la contracoberta)
“¡Es tan guapa como Marlene Dietrich y escribe tan bien como Virginia Wolf!”, exclamó, impresionado, al conocerla, el que sería su traductor al inglés.
En efecto, su belleza era lo primero que llamaba la atención en Clarice Lispector (Ucrania,1920-Brasil,1977). Pero esa apariencia suya espectacular –era guapa, era elegante, era exótica, tenía los perfectos modales propios de una esposa de diplomático- escondía muchas cosas. Su origen, para empezar. Clarice era judía (un dato que solía ocultar) y había nacido, con otro nombre y en una fecha distinta a la que figuró durante muchos años en su biografía oficial, en una aldea ucraniana, cuando sus padres, arruinados, perseguidos y aterrorizados, huían de la guerra civil y los progromos que siguieron a la revolución rusa.
Pero sobre todo, lo que Clarice Lispector ocultó, negó o intento rebajar durante buena parte de su vida fue su condición de escritora. Prefería ser vista como esposa de diplomático, como madre, como ama de casa ignorante que sólo leía novelas policíacas...Sin embargo, pocas vidas han estado tan marcadas como la suya por una férrea, obsesiva, vocación literaria. Su primera novela, Cerca del corazón salvaje (1944), causó sensación, por su originalidad, en el mundo literario brasileño. En cambio, las siguientes pasaron desapercibidas: eran obras difíciles, y ella, siguiendo a su marido, había ido a vivir muy lejos de Brasil... Fue una larga “travesía del desierto” –años de soledad y fracaso- que puso a prueba su vocación... Tras divorciarse en 1959, Lispector regresó a Río de Janeiro y publicó sus textos más emblemáticos: La pasión según G.H. (1964), Agua viva (1973), La hora de la estrella (1977) y un puñado de cuentos que le valieron la merecida reputación que ahora tiene: la de una artista genial, que figura entre las escritoras más extraordinarias no sólo de Brasil en el siglo XX, sino de toda la historia de la literatura.
(text extret de la contracoberta)
“¡Es tan guapa como Marlene Dietrich y escribe tan bien como Virginia Wolf!”, exclamó, impresionado, al conocerla, el que sería su traductor al inglés.
En efecto, su belleza era lo primero que llamaba la atención en Clarice Lispector (Ucrania,1920-Brasil,1977). Pero esa apariencia suya espectacular –era guapa, era elegante, era exótica, tenía los perfectos modales propios de una esposa de diplomático- escondía muchas cosas. Su origen, para empezar. Clarice era judía (un dato que solía ocultar) y había nacido, con otro nombre y en una fecha distinta a la que figuró durante muchos años en su biografía oficial, en una aldea ucraniana, cuando sus padres, arruinados, perseguidos y aterrorizados, huían de la guerra civil y los progromos que siguieron a la revolución rusa.
Pero sobre todo, lo que Clarice Lispector ocultó, negó o intento rebajar durante buena parte de su vida fue su condición de escritora. Prefería ser vista como esposa de diplomático, como madre, como ama de casa ignorante que sólo leía novelas policíacas...Sin embargo, pocas vidas han estado tan marcadas como la suya por una férrea, obsesiva, vocación literaria. Su primera novela, Cerca del corazón salvaje (1944), causó sensación, por su originalidad, en el mundo literario brasileño. En cambio, las siguientes pasaron desapercibidas: eran obras difíciles, y ella, siguiendo a su marido, había ido a vivir muy lejos de Brasil... Fue una larga “travesía del desierto” –años de soledad y fracaso- que puso a prueba su vocación... Tras divorciarse en 1959, Lispector regresó a Río de Janeiro y publicó sus textos más emblemáticos: La pasión según G.H. (1964), Agua viva (1973), La hora de la estrella (1977) y un puñado de cuentos que le valieron la merecida reputación que ahora tiene: la de una artista genial, que figura entre las escritoras más extraordinarias no sólo de Brasil en el siglo XX, sino de toda la historia de la literatura.
P.S. Per cert, no puc deixar de dir que jo també penso com Elizabeth Bishop quan diu que Lispector és millor (o almenys no inferior) que Borges....
No he llegit mai res de Lispector. Però t'haig de dir Mitch que no trigaré gaire. La frase definitiva ha set: "prefería ser vista como ama de casa ignorante que sólo leía novelas policíacas". Amb això ja en tinc ben prou.
ResponEliminaBorges? Em sembla que d'aquest tampoc no n'he llegit res.
La lectura de la Lispector és una experiència a banda en el món de la literatura i els llibres. En tot cas, segur que no deixa indiferent. Potser en algun moment va voler ser uan renovadora del gènere negre, però per mi que acaba sent una renovadora en general.
ResponEliminaNo apta per als qui busquen entreteniment ni prosa fàcil.
Fa temps vaig llegir en un suplement de l'Avui, en un article que crec que signava l'Isern, que era inconcebible que entre els grans autors del segle XX mai s'inclogués a Lispector. Per llavors, un conegut meu, molt bon lector, em sorprenia dient-me que era la seva escriptora preferida. Amb tot, no he llegit mai res d'ella, i m'agradaria que algú em recomanés algun títol seu. I, de pas, que aclaríssiu el concepte "difícil".
ResponEliminaDr. jo us recomano la passió segons G.H. no fa gaire van sortir els cuentos completos...i respecte al concepte de dificil, jo te l’aclaro, vol dir: que no és fàcil.
ResponEliminaInteressant, sí. Bona, segurament. Tant o més que Borges...... home Robert, crec que és exagerat. Ara que, tant (1) sí és una exageració fruit de la passió com si (2) busca animar(-nos) a lleguir-la, en qualsevol dels 2 casos, dic, se't perdonen els pecats, Robert.
ResponEliminaHas dit Borges, Matilde, has mencionat l'argentí, Urbach? doncs correr, ves al meu blog i informa't (i no està fet expressament).
ResponEliminaFgt... pobre de tu que et torni a sentir dir tals barbaritats. Posi remei!!!
Aquest post scriptum no m'agrada gens: comparar Borges amb algú..... va, ves, tira home... "simuncas" amb Macedonio Fernandez, i encara!
ResponEliminaMitchum, "no és fàcil" no m'aclareix gaire ; per tant t'ho demanaré d'una altra manera : amb qui la compararies - a part de Borges - ?
ResponEliminaFgt : esmentes Macedonio Fernández, i com ja et vaig dir un dia, sense desmerèixer a l'autor d'El Aleph, potser convindria llegir-lo més.
De fet he dit "Borges?" com qui fa veure que no el coneix, fgt. Que no sigui una ironia, mira que et dic.
ResponEliminaDr, té raó "squiusmi". Però rellegeixi els contes de "l'aleph" i els de "ficcions". Teeeeeelaaa...
ResponEliminaMatilde, jo segueixo obrtús, mira, no hi he caigut... "squiusmi".
Lispector, en un dels seus contes, em va recordar Kafka d'una manera molt directa. Mai no la compararia a Borges. Son dues estrelles amb llum pròpia. El que passa és que si Borges mai no s'ha d'obviar a l'hora de parlar de bons escriptors en llengua espanyola, tampoc s'ha de passar de la gran i misteriosa Clarice que regna a l'univers de la llengua portuguesa.
ResponEliminaSalutacions a tots!
Difícil: plegar els llençols de baix, si són d'aquells ajustables. Alguns en diuen la baixera.
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