Si la recurrencia de esta fecha es más que una coincidencia –como creo yo que lo es- entonces supongo que la extraña mujer que subió por el camino hasta Whitegates en vísperas del Día de las Ánimas del Purgatorio era un “espectro” o bien, y esto es lo más probable y lo más alarmante, una mujer viva habitada por una bruja. La historia de la brujería, como se sabe, abunda en ejemplos de estos, y es muy posible que los poderes dominantes en estos asuntos hubiesen delegado en una mensajera así la tarea de convocar a Agnes y a sus compañeras de trabajo a una “junta de brujas” a medianoche, en algún paraje solitario vecino. Para saber lo que sucede en estas reuniones, y la razón de la irresistible fascinación que ejercen sobre los timoratos y los supersticiosos, basta con dirigirse al extenso cuerpo de la literatura que se ocupa de estos misteriosos ritos. Aparentemente cualquiera que haya sentido la más mínima curiosidad de asistir a una junta de estas descubre más temprano que tarde que su curiosidad se ha convertido en deseo, y este en un anhelo incontrolable que, llegada la oportunidad, supera todas las inhibiciones; pues aquellos que han participado en una junta de brujas moverán cielo y tierra para participar de nuevo.
**
Este párrafo es uno de los últimos del cuento “All Souls” [Ánimas
benditas], uno de los mejores cuentos de fantasmas en inglés y el último que
ella envió a su editor antes de morir. Los fantasmas de Edith Wharton se
parecen a sus personajes vivos en que están simultáneamente ausentes y
presentes, excepto Undine Spragg, la muy presente protagonista de Las costumbres del país [The Custom of
the Country].
Wharton detestaba que la llamaran la Henry James femenina, y su aprecio por
el logro de Proust superaba con creces la estimación que sentía por James.
Aunque Wharton y James eran buenos amigos (aunque no muy íntimos), ella pensaba
que sus novelas más importantes eran ilegibles y él llegó a sentirse agraviado,
incluso a temer su “energía enloquecedora y desoladora, arrasadora, quemante y
destructiva...el ángel de la Devastación”.
La fuerza vital de Wharton era extraordinaria y aumentaba año tras año. “All
Souls” ofrece un buen contraste con “The Jolly Corner” [El rincón feliz], de
James: mientras que este es una parábola de la vida no vivida, en aquel siempre
se sobreentiende la existencia de una orgiástica realidad subyacente, lista a
romper en cualquier momento las superficies sociales de la existencia.
El genio de Edith Wharton es vitalista: es una escritora profundamente
sexual y sus cuentos y novelas insinúan sutilmente un realismo erótico más
fuerte aun por ser implícito. Tenía el gran don de escribir sus obras de ficción
como si las hubiera vivido, con más pasión incluso de la que expresan
abiertamente.
Harold Bloom. "Edith Wharton" A: Genios: un mosaico de cien mentes creativas y ejemplares. Anagrama, 2002. P. 745
Francament: m'ha xocat molt llegir un fragment de Bloom on no s'anomeni Shakespeare.
ResponEliminaHosti, si! Sembla que no pugui ser. He tornat a llegir l'article sencer (això només és la introducció), i res ni una trista menció.
EliminaÉs ben estrany... Vaig a veure l'índex del llibre, a veure quines són les cent ments creatives que destaca l'oncle Harold.
EliminaEncara no sé dir si a l'oncle Harold li agrada Wharton. D'entrada entenc que no li cau gaire simpàtica. No sé, ja n'anirem parlant, que tenim tot el mes per endavant. El que queda clar és que de l'obra de la Wharton tria The Custom of the Country i alguns contes (All souls, sobretot).
EliminaMatilde,
ResponEliminaÉs que l'oncle Harold és jueu! Encara com la reconeix. Ningú parla de la breu i magnífica Ethan Frome?
M'encanta que hagis pensat també amb mi al triar L'Alegria.
Tens raó, Glòria. De fet, crec que no va incloure Dostoievski al famòs cànon "per antisemita i partidari de l'esclavitud". Com si el cités, però de passada, com a un autor menor. Però no n'estic segura, i no el tinc a mà, per tal de comprovar-ho. Que no sigui una llegenda urbana. En Genios si que l'inclou i parla d'Els germans Karamàzov.
EliminaA propòsit de les simpaties, diu:
"El genio no siempre es querible. Wharton, como T.S. Eliot y el destructivo Dostoievski, pertenece a un pequeño grupo de escritores a quienes no puedo menos que admirar pero que no me gustan. Céline, que me parece ilegible, es otra cosa: está en mi caneca, junto con todo Wyndham Lewis y todo excepto unos cuantos fragmentos de Ezra Pound ."
Pel que fa a Ethan Frome, res com l'opinió de la Wharton:
Elimina"Hasta que escribí Ethan Frome no experimenté, y fue de súbito, el pleno control de sus recursos que posee el artesano. Cuando se publicó fui severamente criticada por la que se consideró desmañada estructura del relato. Yo había precisamente reflexionado mucho sobre aquella estructura, había notado sus peculiares dificultades y su posible torpeza, pero no se me ocurrió otra alternativa que se adecuara tan bien al caso; y aunque estoy lejos de considerar Ethan Frome mi mejor novela, y me fastidia e incluso me exaspera que me digan que lo es, sí tengo todavía la certeza de que la estructura no es su punto débil." (Una mirada atrás P. 168.