dijous, 31 de gener del 2013

tupperbooks


Sant Cugat organiza TupperBooks para dar a conocer las novedades literarias

La primera tertulia será el 31 de enero

Vallès Occidental | 22/01/2013 - 18:00h
Sant Cugat del Vallès. (Europa Press).- El Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès (Barcelona) ha creado los TupperBooks, tertulias literarias dirigidas por las librerías de la ciudad para dar a conocer las novedades editoriales del 2013.
Las sesiones, la primera de los cuales tendrá lugar el 31 de enero, quieren ser un punto de encuentro para los lectores para el fomento de la lectura y el consumo de literatura de calidad, según ha informado el consistorio este martes.
"Se trata de crear un punto de tertulia entre los agentes que conforman el mundo del libro", ha afirmado el concejal de Cultura, Xavier Escura, sobre esta actividad que se enmarca dentro del programa local 'Lletres'.
La Vanguardia.com | Vallès Occidental.


dimecres, 30 de gener del 2013

de tolstoi a gandhi (última encíclica)

[En los años decisivos para su formación intelectual, Gandhi leyó a Tolstói, en quien encontró a un guía para el perfeccionamiento de la práctica y la teoría de la no-violencia. En 1909, cuando se encontraba en Londres, escribió a Tolstói exponiéndole la situación de los hindúes en el Transvaal, y pidiéndole autorización para publicar una «carta-ensayo» que Tolstói había escrito a Tarakuatta Das (Carta a un hindú, 1908). En esta carta se refutaba la idea de Das, según la cual la resistencia pasiva no funcionaría con los ingleses en la India, y se sugería que «si los ingleses tenían sometidos a los hindúes en la esclavitud» era por falta de verdadera religiosidad en los hindúes y que, si este sometimiento se había conseguido por medio de la violencia, era porque ellos mismos habían vivido en la violencia y no en el amor. La Carta a un hindú se publicó por primera vez en inglés en La Opinión India, la revista de Gandhi, en 1910.]

A MOHANDAS GANDHI
Kóchety, a 7 de septiembre de 1910
Recibí su revista Indian Opinion y me alegró leer lo que ahí se escribe sobre quienes practican la no-resistencia. Me gustaría comunicarle las ideas que me suscitó esa lectura.
Cuanto más vivo, y especialmente ahora que siento con tanta agudeza la cercanía de la muerte, quiero comunicar a los demás algo que percibo de manera muy aguda y que, en mi opinión, es de una enorme gravedad. Se trata de aquello que suele llamarse la no-resistencia, pero que en realidad no es otra cosa que la doctrina del amor no desfigurada por falsas interpretaciones. Que el amor, es decir la aspiración de las almas humanas a la unión, y que la actividad que se desprende de esa aspiración es la ley única y suprema de la vida humana es algo que todo hombre sabe y siente en el fondo de su alma (con mayor claridad puede verse en los niños); lo sabe y lo siente mientras no se enreda en las doctrinas falsas del mundo. Esta ley ha sido proclamada por todos los sabios del universo, hindúes, chinos, judíos, griegos y romanos. En mi opinión, quien mejor la expresó fue Cristo al decir, sin rodeos, que en ella se resumían la Ley y los Profetas.
Pero más aún, previendo las distorsiones que sufre y puede sufrir esta ley, señaló el peligro de su distorsión, propio de las personas demasiado atadas a los intereses mundanos, es decir, el peligro de permitirse defender sus intereses por medio de la fuerza, es decir, como Él dijo, de devolver con un golpe el golpe recibido, de recuperar por la fuerza los objetos expoliados, etcétera, etcétera. Él sabía, como lo sabe y no puede no saberlo toda persona sensata, que la práctica de la violencia no es compatible con el amor  como ley fundamental de la vida, que en cuanto se tolera la violencia, en cualquier caso que sea, se reconoce la insuficiencia de la ley del amor y por lo tanto se niega la ley misma. Toda la civilización cristiana, tan brillante en su superfície, se desarrolló a partir de este evidente y curioso malentendido, a partir de esta contradicción, en ocasiones consciente pero la mayor parte de las veces inconsciente.
En cuanto se admitió la resistencia a la par que el amor, ya no existía ni podía existir el amor como una ley de la vida, y al no existir la ley del amor, no existía ninguna ley que no fuera la de la violencia, es decir, la del poder del más fuerte. Así vivió la humanidad cristiana durante diecinueve siglos.
Es cierto que en todas las épocas la gente se ha guiado por la violencia para organizar su vida. La diferencia entre los pueblos cristianos y los demás pueblos consiste en que en el universo cristiano la ley del amor se expresó con tanta claridad y precisión como no se había en ninguna otra doctrina religiosa, y que la gente del universo cristiano adoptó solemnemente esta ley, pero, al mismo tiempo, se autorizó a sí misma la violencia y edificó su vida sobre la violencia. Y por lo tanto toda la vida de los pueblos cristianos es una constante contradicción entre aquello que predican y aquello sobre lo que construyen su vida: una contradicción entre el amor aceptado como ley de vida y la violencia considerada incluso indispensable en ciertos casos, como el poder de los gobernantes, los tribunales y los ejércitos, tenidos por admisibles y loables. Esta contradicción fue creciendo a la par que se desarrollaban los pueblos del universo cristiano y en los últimos tiempos ha alcanzado su punto culminante. La cuestión ahora, es obvio, se plantea así: una de dos: o reconocemos que no reconocemos ninguna doctrina ético-religiosa y nos guiamos en la organización de nuestra vida sólo por el poder del más fuerte, o bien reconocemos que han de ser abolidos nuestros impuestos recaudados por la fuerza, así como nuestras instituciones judiciales y policíacas y, sobre todo, el ejército.
La primavera pasada, durante un examen de instrucción religiosa en un instituto religioso de Moscú, el profesor y un prelado que estaba presente interrogaban a las alumnas sobre los mandamientos y, en particular, el sexto. Cuando la respuesta era correcta, el prelado hacía otra pregunta: «¿Las Escrituras prohíben el asesinato siempre, en todos los casos?». Y las desdichadas jovencitas, corrompidas por sus mentores, tenían que contestar, y contestaban que no siempre, que el asesinato está permitido en las guerras y para castigar a los criminales. Sin embargo, cuando a una de esas desdichadas jovencitas (lo que le cuento no es una fantasía, sino un hecho que me refirió un testigo) se le hizo la misma pregunta: «¿Siempre es un pecado matar?», aunque ruborizándose y nerviosa, respondió con firmeza que sí, que siempre es un pecado matar, y a todos los sofimas del prelado respondía con firme convicción que el asesinato siempre está prohibido, que está prohibido en el Antiguo Testamento, y que Cristo no solamente había prohibido matar, sino hacer cualquier tipo de mal al prójimo. Y no obstante su grandeza y su manejo de la retórica, el prelado guardó silencio y la joven salió victoriosa del aula.
Sí, podemos hablar en nuestros periódicos de los logros de la aviación, de complicadas relaciones diplomáticas, de distintos clubes, descubrimientos, alianzas de todo tipo, o de las llamadas obras de arte y no mencionar lo que dijo esta joven; pero deberíamos mencionarlo, porque eso es lo que siente, de una manera más o menos vaga, pero eso es lo que siente todo cristiano. El socialismo, el comunismo, el anarquismo, el Ejército de Salvación, el aumento del crimen, el desempleo de la población, el lujo demencial de los ricos frente a la miseria de los pobres, el numero de suicidios que aumenta de manera aterradora: todo esto son indicios de esa contradicción interna que debe ser y será solucionada. Se entiende que se solucionará en el sentido del reconocimiento de la ley del amor y de la negación de toda violencia. Y por lo tanto el trabajo que está usted llevando a cabo en el Transvaal, que a nosotros nos parece el fin del mundo, es un asunto capital, la actividad más importante de todas las que se están llevando a cabo en este momento en el mundo y en la que participarán, ineludiblemente, no sólo los pueblos cristianos, sino el mundo entero. Creo que le agradará saber que también aquí, en Rusia, se está desarrollando rápidamente esta labor bajo la forma de negativas al servicio militar, tanto los unos como los otros pueden decir sin temor que Dios está con ellos. Y Dios es más poderoso que los hombres.
En la aceptación del cristianismo, aun en la forma distorsionada en la que se profesa entre los pueblos cristianos, y en la aceptación, al mismo tiempo, de la necesidad de ejércitos y armamentos destinados a matar masivamente en las guerras, hay una contradicción tan obvia y tan escandalosa que inevitablemente, tarde o temprano, es probable que bastante más temprano que tarde salga a la luz y acabe o bien con la aceptación del cristianismo, necesaria para mantener el poder, o bien bien con la existencia del ejército y de toda la violencia avalada por él, igualmente indispensable para el poder. Todos los gobiernos, tanto el suyo británico, como nuestro gobierno ruso, sienten esta contradicción y por un natural instinto de conservación la persiguen con mayor energía que cualquier otra actividad antigubernamental, como lo vemos en Rusia y como también puede verse por los artículos de su revista. Los gobiernos saben dónde se encuentra el mayor peligro para ellos, y están siempre atentos, ya no sólo a sus intereses, sino a la cuestión de ser o no ser.
Con todos mis respetos,
Leo Tolstoy

Lev Tolstói. Correspondencia. Selecció, edició i traducció de Selma Ancira. Acantilado, 2008. P.


dimarts, 29 de gener del 2013

astrapovo


Font : The Metropolitan Museum of Art.
La fama mundial de Tolstoi en el moment de la seva mort està fora de l'escala per la qual aquestes coses es mesuren normalment. Era com si Picasso, després de pintar el Guernica, hagués mudat en Gandhi, sense perdre res de la seva reputació artística. Apareixia tan gran psíquicament com a oponent de l'establishment rus que va fer difícil per a aquest, i per als estrangers, veure com els veritables agents de la fatalitat s'arrossegaven cap a ells. En el seu assaig sobre la imatge de Tolstoi durant la revolució russa, Michael Denner assenyala que el 1917 -set anys després de la seva mort- el New York Times va atribuir al pacifisme de Tolstoi l'esfondrament del front rus a Galítzia. Ningú no sabia qui eren els bolxevics; tothom coneixia Tolstoi. Molts comentaristes estrangers representaven els bolxevics com a venerables vegetarians, de severitat suau, amb barbes llargues, bruses i pantalons folgats.
William Nickell descriu el drama mateix de la mort com el primer gran esdeveniment mediàtic de Rússia. L'habitació de la casa del cap d'estació d'Astrapovo on el moribund Tolstoi s'havia allotjat era l'ull d'un huracà periodístic. Una horda de reporters que s'obria pas a cop de colze a través d'una multitud de curiosos enviava els seus despatxos en milers de telegrames a centenars de diaris, alguns dels quals van donar més de la meitat del seu espai editorial a una mena de proto-blog congelat. «Si us plau, esborreu que Tolstoi va menjar dos ous, incorrecte: només bevia te amb llet», diu un telegrama. Les càmeres eren allà, i el cinematògraf. Es pot veure Tolstoi a You Tube. L'essencial corol·lari modern d'un frenesí alimentat pels mitjans de comunicació, l'anàlisi autoflagelant per part dels mitjans de les seves pròpies accions, va ser rampant, ja que els reporters assaborien de forma masoquista la ironia que estaven intentant fer-se seu i vendre un tros del gran antimaterialista. «Som uns farsants!» es va lamentar Sergei Iablonovski, corresponsal del Telegraf de Voronezh. «Amb cossos falsos, ànimes falses»
El resultat de l'escrutini públic de la mort de Tolstoi va ser que tots els qui van estar més a prop d'ell al final, fins i tot els qui s'hi van trobar per casualitat, van sortir-ne amb les seves pròpies versions dels esdeveniments.

James Meek. «Tolstoi se'n va de casa». L'Avenç, núm. 361, oct. 2010. P. 31-38.
[Aquest article va ser publicat prèviament a la London Review of Books]


dilluns, 28 de gener del 2013

mai no és tard



En la tercera jornada del Congreso Tolstói, un profesor de Yale leyó una ponencia sobre el tenis. En Anna Karénina, comenzó a decir, Tolstói retrata el tenis sobre hierba bajo una luz negativa. Anna i Vronski golpean en vano la pelotita, situados al borde de un abismo moral y espiritual insondable. Cuando escribió esta escena, Tolstói nunca había jugado a tenis, el cual tomaba por una moda inglesa pasajera. A sus sesenta y ocho años, le regalaron una raqueta y le enseñaron las reglas del juego. Se convirtió, al instante, en un adicto al tenis.
«Ningún otro escritor era tan proclive a las grandes contradicciones», explicó el profesor cuyo bigote y cejas vivaces le conferían el aspecto de un galán decimonónico. [...]
Fue también con sesenta y tantos años cuando Tolstói aprendió a montar en bicicleta. Tomó su primera lección justo un mes después de la muerte de su hijo menor, al que Sonia y Tolstói adoraban. Tanto la bicicleta como la lección fueron un regalo de la Sociedad moscovita de amantes del velocípedo. Uno sólo puede imaginar lo que sintió Sonia, en pleno duelo, al ver a su marido, tambaleante, pedaleando por los senderos del jardín. «Tolstói ha aprendido a andar en bicicleta -anotó Chertkov en aquel entonces-. ¿No es incongruente con los ideales del cristianismo?»
Elif Batuman. Los poseídos. Traducció de Marta Rebón. Seix Barral, 2011. P. 140.


diumenge, 27 de gener del 2013

remington 10



En los días de verano, el estudio de Tolstoi -orientado al sur- era algo caluroso y, por eso, se refugiaba a ratos en el «despacho del secretario», más fresco porque daba al norte, a los bosques y al río. Aquí le vemos en esa habitación, en 1909, dictando un manuscrito a su hija menor, Alexandra. Cuando María -«mi mayor alegría», como la llamaba Tolstoi- murió en 1906, Alexandra ocupó rápidadamente el puesto de su hermana, con esa habilidad psicológica e instintiva que tienen los hijos para repartirse o disputarse los papeles en la escena familiar.
Además de fiel discípula de su padre, Alexandra escribía bien a máquina y era la encargada de manejar la Remington 10 que había llegado a casa de Tolstoi como un acontecimiento «revolucionario» de la técnica moderna.

Mauricio Wiesenthal. El viejo León. Tolstoi, un retrato literario. Edhasa, 2010. P. 177.

*  *  *
La Remington 10, fabricada por la misma industria que producía armas y municiones, se consideraba en 1910 una máquina de escribir muy avanzada porque, además, permitía leer el texto con mucha claridad. Tolstoi y su hija Alexandra, fotografiados junto a esta máquina, sirvieron incluso como reclamo publicitario para la firma que promocionaba así un modelo especial con tipos cirílicos para el mercado ruso.


Ibídem. P. 248.

dissabte, 26 de gener del 2013

caro diario


1891. 26 DE ENERO. YÁSNAIA POLIANA. Si sigo con vida. Qué feliz sería si mañana escribiera que he comenzado un gran trabajo literario. Sí, comenzar ahora y escribir una novela tendría ese sentido. Las primeras novelas, las de antes, fueron una creación inconsciente. Con Anna Karénina me parece que durante más de diez años desarticulé, fraccioné, analicé: en este momento sé qué es qué y puedo mezclarlo todo de nuevo y trabajar con esa mezcla. Ayúdame, Padre.
Lev Tolstói. Diarios (1847-1894). Edició i traducció de Selma Ancira. Acantilado, 2002. P. 375.
*  *  * 

Yásnaia Poliana,
a 25 de agosto de 1875
Querido Nikolái Nikoláievich:
[...] En dos meses no he escrito una palabra y estoy muy contento de mi verano. Ahora me voy a poner a la aburrida y trivial Anna Karénina y le ruego a Dios que me conceda la fuerza que necesito para sacármela de encima lo más rápidamente posible para liberar el espacio: me hace mucha falta el tiempo libre, no para dedicarme a mis tareas pedagógicas, sino a otras, por las que me siento todavía más atraído. [1] 
Lev Tolstói. Correspondencia. Selecció, edició i traducció de Selma Ancira. Acantilado, 2008. P. 361. 

[1] Sus escritos religiosos. Tolstói comenzó a escribir un ensayo sobre el significado de la religión en noviembre de 1875. 


divendres, 25 de gener del 2013

la bossa de la karènina

Karenina Hermitage Bag. Christian Dior, 2008.

Como profesor, Nabokov detestaba la teorización que algunos colegas hacían sobre la literatura que enseñaban. Para él todo se centraba en la facultad de comprender el sutil tejido que conforma una obra maestra, de saber apreciar el valor exacto -es decir, la calidad artística, pero también científica- de un detalle, de una combinación de detalles de los cuales brota la «chispa sensual» sin la cual una novela está muerta.
Intentemos responder al examen de Nabokov: ¿qué contiene el bolso de Ana?
[...] «Mandó enganchar caballos de refresco y se ocupó en poner en su bolso de viaje los objetos indispensables para una ausencia de varios días», escribe Tolstoi. ¿Cuáles pueden ser esos «objetos indispensables»? Tolstoi no da más detalles sobre el contenido del bolso, a excepción de la mención al monedero que Ana extraerá del mismo en la estación para comprar el billete del tren. Hechos rápidamente los preparativos, la atribulada mujer rechaza el almuerzo, que ya estaba servido, y sale de la casa empujada por la necesidad de moverse. Pedro, su sirviente, coloca el bolso de tapicería roja dentro del carruaje y ambos se dirigen a la estación. Pero la importancia del bolso no acaba aquí, pues una vez en la estación de destino, Obirálovka, y sumida en su propia desesperación, Ana siente el impulso de acabar con todo arrojándose a la vía del tren. Sin embargo, las asas del bolso se enredarán en su mano impidiéndole en un primer momento llevar a cabo tan desventurada acción. Finalmente, la protagonista lanzará el molesto apéndice a las vías para quedar completamente libre de cualquier estorbo y acto seguido se dejará caer bajo un vagón del tren que avanza con rapidez hacia donde está ella.
¿Qué ocurre con el bolso? Desaparece del objetivo del narrador, no así de la mente escrutadora de Nabokov, que dedica alguna de sus clases sobre la novela a demostrar que ese bolso de la escena final es el mismo que aparece al comienzo de la narración y, de alguna manera, es un objeto vinculado a la historia de amor de Ana Karenina con el conde Vronsky. Una pieza, pues, importante del tejido narrativo. En efecto, el mismo bolso aparece por primera vez en la escena literaria poco después de que la protagonista de la novela conozca a Vronsky, cuando sufre un acceso imprevisto de llanto, que ya sugiere su nueva emotividad, y es el último objeto del que se deshace antes de morir, cuando ya nada le importa.
Ese bolso de viaje traza, pues, una línea de continuidad con el viaje moral que emprende la esposa de Karenin al conocer al apuesto Vronsky y dejarlo todo -casa, reputación, marido, hijo- para vivir esa pasión irresistible. [...]
¿Y qué podía contener el bolso de Ana? Un lector atento -de nuevo Nabokov- lo sabe. Conoce cuáles son los «objetos indispensables» que ha colocado la protagonista en su interior porque recuerda la presentación que se ha hecho del bolso. Cuando Ana regresa a casa en el exprés nocturno que en 1870 hacía el recorrido San Petersburgo-Moscú, sacudida ya por el amor a Vronsky, se instala en un vagón de primera clase, bastante concurrido, y de su bolso de viaje -de color rojo- extrae varios objetos. Al fino pañuelo de batista que había servido para enjugar sus lágrimas antes de salir de casa de su hermano, hay que añadir una pequeña almohada para apoyar la cabeza, la redecilla que protegerá su peinado durante la noche, una novela inglesa con las páginas todavía por abrir y un abrecartas. ¿Es un inventario completo? La respuesta es imposible (ah, el misterio del bolso de las mujeres...), pero no parece que lo sea: cabe suponer también un pequeño recado de escribir (dada la frecuencia de las notas que se envían los personajes a lo largo de la novela), una linterna para poder leer sin molestar al resto de viajeros, un espejo de bolsillo y los indispensables artículos para la toilette de una dama. Fin del examen.

Anna Caballé. El bolso de Ana Karenina. Península, 2008. P. 11-14.



dijous, 24 de gener del 2013

dimecres, 23 de gener del 2013

andreu nin, traductor del rus


Les traduccions d’Andreu Nin ocupen un lloc rellevant en la història de les lletres catalanes. I és que Nin, a més, com a polític i intel·lectual, s’ha convertit en un autèntic mite, reforçat per les circumstàncies que van envoltar la seva vida i la seva mort. De fet, en qualsevol conversa –quotidiana o professional– sobre la literatura russa a Catalunya o sobre la història de les relacions culturals catalanes i russes, la menció del nom d’Andreu Nin resulta previsible i, alhora, imprescindible.
[...] Andreu Nin va ser un traductor autodidacte i va viure en un moment històric en el qual encara no existia una escola de traducció en les lletres catalanes, ni tampoc podia recórrer a la tradició literària catalana, sovint mancada d’exemples, per tal de reproduir les peculiaritats dels gèneres literaris estrangers i dels estils dels autors de les obres literàries proposades per a la traducció. També cal tenir en compte que en la seva època els diccionaris de la llengua russa i les llengües romàniques no estaven gaire desenvolupats i, per tant, sovint no podien ajudar el traductor en la seva tasca. Considerant tot això, resulta comprensible que les seves traduccions siguin sovint imperfectes en el moment de transmetre el significat complet del text original que, en alguna ocasió, resulta erroni o inexacte.
Cal reconèixer que el traductor considerava important la necessitat de la transmissió de l’estil literari de cada autor en concret. Això no obstant, no sempre aconsegueix transmetre’l del tot. Nin intentava emprar diferents recursos lingüístics en cada cas, però a vegades la seva elecció no va ser del tot adequada. Per exemple, en la traducció de Dostoievski l’ús de les frases fetes es pot considerar abusiu, cosa que provoca que els altres registres estilístics restin anivellats i que, a més d’això, l’estil de narració en general en resulti tergiversat. En el cas de Tolstoi, es tracta un altre cop de l’anivellament dels registres lingüístics utilitzats per l’escriptor i de l’esborrament d’alguns trets estilístics tan importants com ara l’anàfora, és a dir, unes característiques que no afavoreixen la percepció adequada del text. Encara que en el cas de la traducció de l’obra de Boris Pilniak hom pot retreure-li que el grau de densitat poètica del text català sigui menor que l’original i que la creativitat lingüística de l’escriptor no acabi de ser transmesa en la seva totalitat, des del punt de vist de l’adequació estilística és la millor experiència de Nin com a traductor.
En resum, podem constatar que Andreu Nin va ser un traductor bàsicament intuïtiu: no posseïa un sistema fix de tècniques d’anàlisi dels textos literaris i de traducció. Potser es trobava cohibit davant dels grans escriptors russos, i això dóna una explicació al fet que optés per conservar els trets formals dels textos originals quan els canvis atrevits del text haurien d’haver ajudat a aconseguir una equivalència més exacta en el text en català. Actuava amb més llibertat en la introducció dels canvis sintàctics a l’hora de refer les frases del text original, però preferia seguir sempre el text al més fidelment possible en tot allò que afectés la transmissió de l’estructura semàntica formal. Per tant, el grau d’equivalència de les traduccions de Nin és gairebé relatiu, i el traductor no sempre aconsegueix reproduir plenament i de manera sistemàtica els trets estilístics de les obres originals. Tanmateix, aquesta conclusió no resta importància a la tasca d’Andreu Nin com a traductor: les seves traduccions acompleixen la seva funció històrica i literària i ocupen un lloc veritablement honorífic en les lletres catalanes.
Natàlia Kharitònova. «Andreu Nin, traductor del rus. Algunes qüestions». A: Els Marges. Núm 74. 2004. P. 53-70.
Aquí, l'article complet.


dimarts, 22 de gener del 2013

tolstoi i txèhov


Chéjov tenía nueve años cuando se publicó Guerra y paz. Su admiración por Tolstói era inmensa y ardía en deseos de conocerlo; al mismo tiempo, la posibilidad de este encuentro lo invadía con tal inquietud que una vez salió corriendo de una casa de baños de Moscú al enterarse de que Tolstói también estaba allí. Chéjov no quería conocer a Tolstói en un baño, aunque aquél era, por lo visto, su destino ineludible. Cuando al final se atrevió a ir a Yásnaia Poliana, Chéjov llegó justo en el momento en el que Tolstói era conducido al río para sus abluciones diarias. Tolstói insistió en que Chéjov se bañara también; Chéjov recordaría más tarde que, mientras Tolstói y él estaban sentados desnudos en el agua que les llegaba hasta la barbilla, la barba de Tolstói flotaba ante él de modo majestuoso.

A pesar de la hostilidad que profesó durante toda su vida por la profesión de los médicos, Tolstói sintió una simpatía inmediata hacia Chéjov. «Rezuma talento y, no cabe duda, tiene un gran corazón. Sin embargo -dijo- no parece tener una actitud muy concreta ante la vida.»

[...] Chéjov, nieto de un siervo, nunca hizo suya la esencia del tolstoísmo. ¿Por qué gente instruida tenía que rebajarse al nivel del campesinado? ¡Son los campesinos los que deberían alcanzar el nivel de la gente instruida! No obstante, Chéjov se sintió deslumbrado por Tolstói hasta el fin de sus días. «Es un hombre que roza la perfección», comentó Chéjov en cierta ocasión. Y otra vez llegó a decir: «Temo que muera Tolstói. Dejará un vacío inmenso en mi vida.» En realidad fue Tolstói quien sobrevivió a Chéjov seis años.

Elif Batuman. Los poseídos. Traducció de Marta Rebón. Seix Barral, 2011. P. 148-149.


dilluns, 21 de gener del 2013

la difusió de tolstoi en català


La recepció de la literatura russa moderna és tardana a la Península. De fet, arriba a Barcelona abans que a Madrid per obra de Narcís Oller. Isaak Pavlovski, avui una figura gairebé oblidada, és la clau per a entendre l'interès d'Oller pels autors russos coetanis. Pavlovski, resident a París, visqué a Catalunya entre els anys 1884 i 1885 i va intimar amb diversos literats, sobretot amb Oller, que informava i a qui enviava traduccions franceses d'autors russos. Oller s'interessà sobretot per Tolstoi i Turguénev, dels quals va girar diversos títols al català, a partir del francès. [...] En aquest període, però, de Tolstoi allò que s'imposà fou la narrativa curta, més fàcil de publicar, ja que aleshores no hi havia una estructura editorial en català i les novel·les de l'autor rus, a més, començaven a circular en versions franceses i castellanes. Qui més s'aplicà a divulgar-lo fou Joaquim Casas-Carbó, que el 1891 i el 1892 en donà algunes mostres a L'Avenç.
[...] En els anys vint i trenta la literatura russa, per l'efecte de la Revolució, es posa de moda, cosa que té un reflex notable dins el precari editorial en català. Tolstoi, de tota manera, no és l'autor que més interessà llavors, si més no en comparació amb d'altres (com ara Gógol, Dostoievski, Gorki, Puixkin o els escriptors soviètics). [...] D'una banda, continuem amb títols incorporats per la via francesa, sovint sobre traduccions força deficients.
[...] D'una altra banda, arriben, finalment, les primeres traduccions directes del rus, dins la memorable «Biblioteca A tot vent», de Proa. Dels quatre volums tolstoians publicats, tanmateix, el primer, Resurrecció (1928), fou traslladat del francès per Rossend Llates i Alfons Maseras. Les novel·les Els cosacs (1933) i Hadji-Murat (1934) i el volum de narracions La mort d'Ivan Ilitx / Amo i criat / Tres morts (1930), en canvi, van ser traduïdes directament per Francesc Payarols. Han quedat, però, com a referent d'aquestes versions directes les que va fer Andreu Nin (tot i que avui els eslavistes en qüestionen alguns aspectes), que de Tolstoi anostrà Anna Karènina (1933) i Infància, adolescència, joventut (no publicat fins a 1974). La majoria d'aquestes versions, revisades per Joan Oliver, Proa les ha anat reeditant des dels anys seixanta fins a avui.
[...] Després de la guerra, com és ben sabut, l'edició en català va patir prohibicions i moltes restriccions. De fet, les traduccions no es recuperen fins als anys seixanta i no serà fins als vuitanta que s'entrarà en una relativa normalització pel que fa a versions de literatura russa.
[...] En tot cas, sí que són directes algunes de les dels últims anys, la majoria amb reimpressions: La mort d'Ivan Ilitx / Sonata a Kreutzer i Khadjí-Murat (ambdós llibres publicats per Destino el 1996), en versions del tàndem Victòria Izquierdo i Àngels Margarit; La mort d'Ivan Ilitx, nova traducció (la tercera del rus) a càrrec d'Anna Estopà (Quaderns Crema, 2001), i les narracions Felicitat conjugal / El diable, girades per Jaume Creus (Edicions del 1984, 2005). Rourich de Sant Cugat va publicar el 1990 Faules i contes, sense cap indicació de traductor ni de llengua de partida. L'Any Tolstoi no ha donat, per ara, més que una nova traducció, la del relat de 1898 El pare Sergi, en versió de Xènia Dyakonova, publicada a Mallorca per Lleonard Muntaner. Sigui com vulgui, la història de la traducció de Tolstoi al català és, com s'ha pogut veure, prou llarga i constant i permet de pensar que en el futur l'autor rus continuarà essent a casa nostra un dels referents de la literatura universal.

Ramon Pinyol i Torrents. «La difusió de Tolstoi en català». A: Serra d'Or, núm. 611, nov. 2010. P. 37-39. (Monogràfic: Tolstoi, cent anys després).



diumenge, 20 de gener del 2013

la bibliotecària que va gosar contradir el règim


Vicky Peña protagonitza El diccionario al Teatre Romea. L'espectacle reivindica la vida i l'obra de María Moliner, la tossuda i rebel bibliotecària que va elaborar el Diccionario de uso del español.

dissabte, 19 de gener del 2013

el que pensen alguns gossos russos (no entra a examen)


ELS ASPECTES TÈCNICS (d'Anna Karènina, s'entén)
El narrador i el punt de vista
1. Llegiu els textos següents i expliqueu quin tipus de narrador hi descobrim.

 a) «Ja han trobat un bon moment per a conversar. Té, mira com vola...I el deixaran fugir...», pensava el Manyac. [El Manyac és un gos] (p. 189, capítol 15, segona part)
Tipus de narrador:______________________________
b) «Adormir-se! Adormir-se!», es repetia. Però amb els ulls closos veia encara més clarament el rostre d'Anna tal com era aquella tarda memorable de les curses. (p. 455, capítol 18, quarta part)
Tipus de narrador:______________________________
c) El membres de l'esmentada comissió no tenien la més petita idea de llur paper i de llurs deures. (p. 415, capítol 8, quarta part)
Tipus de narrador:______________________________
d) I per més que hom tractés de persuadir-la que en els nostres temps eren els joves mateixos els qui havien de disposar de llur destí... (p. 58, capítol 12, primera part)
 Tipus de narrador:______________________________
e)  però alguns detalls de la seva aplicació en el nostre país no l'acabaven de satisfer. (p. 402, capítol 5, quarta part)
Tipus de narrador:______________________________

Manuel Navarra i M. Josep Simó. Anna Karènina. Lev Tolstoi. Textos per pensar, llegir i escriure. Generalitat de Catalunya. Departament d'Ensenyament, 2000. P. 43.



divendres, 18 de gener del 2013

robert, el robot


To Mitchum. 
Oh, Bro, Where Art Thou?


El passat dos de gener es va inaugurar la biblioteca The James B. Hunt Jr. Library, de la North Carolina State University, dissenyada per Snøhetta.
Gran com un camp de futbol, conté un milió i mig de volums, custodiats per quatre bibliotecaris biònics de cognom BookBot. Només un té nom propi: l'han batejat Robert, en homenatge a un ginecòleg. Robert BookBot, doncs.
Amb el vostre permís, vaig a posar-me les piles.

  [+]
· The James B. Hunt Library. NCSU Libraries.
· Is This the Most Amazing Library of the World? Flavorwire.
· Robert the Robot. UNC School of Medicine.
· Un robot en la biblioteca. Tecnologia obsoleta.






dijous, 17 de gener del 2013

la ironia de la gent sensible

A M. Vilardell, agraida.

Y pienso en Tolstoi. No puedo vencer la sospecha de que en la vida de aquel gran poeta se deslizara algo falso, groseramente artificial. Al principio, acaso no hubo por su parte más que indecisión. Aquel hombre tan robusto, necesitaba entregarse por completo a algo, y como había agotado los placeres del mundo, cayó con su pesadez natural sobre la santurronería religiosa. Debió entregarse por distracción, al principio, pero era demasiado vigoroso para dejar el juego; después se convirtió en hábito, acaso en segunda naturaleza. Es peligroso empezar un juego...
Henrik Ibsen había empezado a representar la esfinge, durante muchos años, a una hora fija, en tal silla de tal café de Munich. Después tuvo que continuar; por todas partes donde iba, se veía obligado a representar la esfinge ante el pueblo, a hora fija y clavado en una silla designada. Porque el pueblo contaba ya con ello. Acaso, a veces, le fuera terriblemente molesto, pero era demasiado vigoroso para cesar. ¡Qué solidos ambos, Tolstoi e Ibsen! Otros no hubieran podido sostener el papel ni una semana. Y los dos habrían podido demostrar una fuerza mayor si hubiesen cesado a tiempo. Ahora despiertan, desgraciadamente, mi ironía y la de las gentes sensibles. Afortunadamente, eran bastante grandes para poder soportarla. También se burlan de nosotros. Pero si hubieran sido un poco más geniales, no lo hubieran tomado tan en serio. Se habrían sonreído algo de sus años de ridículo. Haciendo creer a los demás y persuadiéndose ellos mismos, finalmente, de que aquella representación era una necesidad, revelan en su personalidad un defecto que los empequeñece, que los rebaja. Necesitarían una obra poética entera para reparar aquel desastre.
Afectación es mantenerse sobre una pierna sola; la postura natural es mantenerse sobre las dos piernas, sin hacer gestos.
Guerra y paz, Ana Karenina...Nadie ha creado en su género obras poéticas de mayor altura. Y no es asombroso que un colega de gran sensibilidad la cultive hasta en el lecho de muerte. 
Y pienso en todo ello, sentado en esta salita, y comprendo fácilmente, y perdono a Tolstoi su aversión a hacer literatura para los hombres, aunque fuese la más admirable.
[...] Lo que me disgusta en el gran poeta es el deseo de filosofar, de pensar. Esto es lo que falsea su posición hasta darle apariencia de afectación. Comparte la suerte de Ibsen. Ninguno de ellos es un pensador, pero los dos se sostienen sobre un solo pie, con la pretensión de ser lo que no son. Por este hecho se creen más ricos de contenido, se encuentran más desconcertantes. Y he aquí que nosotros somos bastante pequeños para burlarnos de ellos y ellos bastante grandes para poder soportarlo.

Knut Hamsun. En el país de los cuentos. Traducció de Pedro Camacho. Plaza & Janés, 1979. P. 131-133.


dimecres, 16 de gener del 2013

menú infantil




EMPRESAS | Cuento con el Happy Meal

McDonald's se convierte en la mayor librería de Reino Unido por un mes

McDonald's se convertirá en las próximas cuatro semanas en el mayor vendedor de libros para niños en el Reino Unido. El diario británicoThe Telegraph recoge la noticia tras conocer que la cadena ha decidido sustituir el juguete de los menús para niños -Happy Meal- por los libros infantiles "La granja de Charco de barro" del escritor Michael Morpurgo.






dimarts, 15 de gener del 2013

voluntat de viure


Anna Arkàdievna llegia i comprenia, però li era desagradable de llegir, això és, de 
seguir el reflex de la vida d'altres persones. Ella mateixa tenia massa ganes de viure.
Anna Karènina, p. 118.

¿Mas cuál es el último fin de todo esto? Conservar por un corto tiempo a efímeros y atormentados individuos, en el caso más afortunado con una miseria soportable y una comparativa ausencia de dolor, a los que enseguida acecha el aburrimiento; luego la procreación de esta especie y de su frenesí. Desde este punto de vista, en esta obvia desproporción entre el esfuerzo y la recompensa, la voluntad de vivir nos parece, tomada objetivamente, como algo insensato y, subjetivamente, como una vana ilusión que se apodera de todo ser vivo para hacerle trabajar al extremo de sus fuerzas por algo que no tiene valor alguno. Pero un examen más atento nos hará ver también aquí que más bien se trata de un ciego apremio, de un impulso sin motivo ni fundamento algunos.
Arthur Schopenhauer. El mundo como voluntad y representación. FCE, 2003, p. 347.

*  *  *
La poderosa visión que Schopenhauer tenía de la voraz «voluntad de vivir» encontró un atento receptor en Tolstói, cuyas ardientes pulsiones no necesitaban tutela de Schopenhauer: Anna Karénina puede entenderse como la novela de las pulsiones, ninguna otra novela que yo haya leído se centra de esta manera en cómo la protagonista es barrida por su voluntad de vivir hasta que ya no le importa ninguna otra cosa. El amor de Anna por Vronsky tendrá sus rivales en la literatura occidental, pero yo no recuerdo que se haya representado una pasión erótica con semejante intensidad. Con enorme astucia, Tolstói no explica nada sobre el objeto de deseo elegido por Anna ni lo idealiza en términos reduccionistas. Lo que nos muestra, con emocionante persuasión, es que no hay otra alternativa. Anna, vital y atractiva a su modo, es alguien de quien se enamoran casi todos los lectores varones, sin hablar de que el propio Tolstói la ama en forma casi obsesiva. No hubiese podido afirmar que él era Anna, pero ella se parece a él más de lo que se parece Levin y mucho más que Vronsky o Kitty.
Tolstói leyó a Schopenhauer en el intervalo entre Guerra y pazAnna Karénina, un interregno intranquilo del que salió derrotado en su intento de escribir una novela sobre la era de Pedro el Grande. Su entusiasmo por Schopenhauer fue ante todo una reafirmación de sus más hondas convicciones, pues él fue siempre un vitalista apocalíptico y un oscuro moralista consternado por su propia vitalidad. La  «voluntad de vivir» de Schopenhauer, con su estatus metafísico de verdad intínseca, no es más que una formulación por escrito de la naturaleza Tolstóiana. La «voluntad de vivir» es un deseo unitario, activo, rapaz, indiferente y universal; una de las hipérboles más extraordinarias del siglo XIX.
Harold Bloom. Novelas y novelistas. El canon de la novela. Páginas de espuma, 2012. P. 265.


dilluns, 14 de gener del 2013

la lectura com a revelació


I que boniques són les històries de la lectura com a revelació!
Desconec si el Tolstoi va ressenyar el seu encontre amb Schopenhauer
però imagino que la cosa deuria haver anat si fa o no fa així.



Nietzsche pasea por las calles de Leipzig y entra en una librería antigua. Polvo y viejos libros. Hojea uno. Oye una voz que le susurra al oído: «¡Llévatelo a casa!», pero a su lado no hay nadie. Nietzsche no acostumbra a comprar libros sin tener referencias. Por una vez no actúa como de costumbre y se hace con aquel libro, obedeciendo a su extraña intuición. Al llegar a casa empieza a leerlo con entusiasmo. Lo termina en catorce días. Se levanta a las seis de la mañana y se acuesta pasadas las dos de la madrugada. Son catorce días de lectura apasionada, interrumpida, de vez en cuando, para descansar y tocar el piano. El libro se le revela como un preciado tesoro.
Su madre le recriminaba que al abandonar la teología había perdido a Dios; se equivocaba: ¡había ganado a Schopenhauer! Ese libro era El mundo como voluntad y representación, (Die Welt als Wille und Vorstellung), la obra capital de Arthur Schopenhauer.
David Picó Sentelles. Filosofía de la escucha. El concepto de música en el pensamiento de Friedrich Nietzsche. Crítica, 2005. P. 37-38. 

[+] David Picó i Sentelles. Biografia mínima.


diumenge, 13 de gener del 2013

dissabte, 12 de gener del 2013

mens sana in corpore insepulto


Mens sana in corpore sano: un dia de la dieta d'en Hunter S. Thompson (via 




   [+]
·  Hunter S. Thompson a l'enciclopèdia.cat.
·  Gonzo: la història gráfica de Hunter S. Thompson, a BCNcultura.cat.
·  Un año más sin Hunter S. Thompson, el creador del periodismo gonzo, a   clasesdeperiodismo.com.



divendres, 11 de gener del 2013

la crisi mata, sí, però


COMUNICAT 7 DE GENER DE 2013
Després de més de 88 anys de la seva obertura i amb 82 anys d’activitat a la Ronda de Sant Pere 3. Després d’haver superat una Guerra Civil, un incendi devastador, un conflicte immobiliari, la Llibreria Catalònia de Barcelona tancarà definitivament les seves portes.
L’actual crisi, més accentuada al sector del llibre, ha generat una devallada de vendes els darrers quatre anys, que en les nostres circumstàncies i condicions, han fet impossible la continuïtat de la llibreria.
Aquesta decisió, ja irrevocable, ha resultat molt dificil, trista i dolorosa de prendre. Hem intentat totes les sortides possibles, potser massa tard, però o bé no existien o no les hem sabut trobar.
Tampoc no podiem perllongar la situació, atès que si bé ara l’empresa tancarà de manera ordenada i fent front, en la mesura del possible, a totes les obligacions contretes; perllongar-ne l’activitat només hagués abocat a finals pitjors.
En el moment de fer pública aquesta decisió també volem dedicar un record a totes les persones que al llarg de tants anys han treballat a Llibreria Catalònia i a les empreses que en depenien, especialment l’Editorial Selecta, a tots els que n’han estat clients- alguns durant decennis i generacions - i a tots els autors, editors, distribuïdors... que al llarg dels anys hi han col·laborat. Tots plegats han fet que la contribució de la Llibreria Catalònia a la cultura de Barcelona i de Catalunya hagi estat d’una importància notable.
Ara i en el futur, amb totes les noves formes que pren la difussió cultural, hi ha i hi haurà persones, associacions, col·lectius i empreses que fan i faran possible la pervivència de la literatura i en general de la cultura escrita. Malauradament, en aquest futur,  la Llibreria Catalònia no hi podrà ser present.
Miquel Colomer. Director

Clic! Fotografies històriques de la Llibreria Catalònia.

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P.S.:  Els peròs van a càrrec de Bernat Ruiz Domènech a verba volant, scripta manent: El cierre de la librería Catalònia y sus claroscuros.


dijous, 10 de gener del 2013

bah, xècspir, pots comptar


Volviendo a los asuntos de la literatura, Tolstói comenzó a hablar de Shakespeare, sobre quien prepara ahora un extenso trabajo[1], en términos negativos, por lo visto.
Si fuéramos capaces de introducirnos sin prevenciones en la lectura de Shakespeare, muy pronto nos daríamos cuenta por completo de lo infundado de la devota admiración que nos despierta. Es escabroso, obsceno, halaga al fuerte, desprecia al pequeño, reniega del pueblo, es insulso en sus bromas, injusto en sus simpatías, privado de donaire, embriagado por el éxito entre sus contemporáneos, aunque sólo lo hayan aplaudido algunos aristócratas. Y se valora demasiado su talento artístico, que él tomó de lo mejor de sus antecesores y de sus propias fuentes.
Pero la gente es ciega. Está bajo el peso de un hipnotismo masivo secular. Son francamente increíbles las percepciones que se pueden generar en la cabeza de las personas, sí de manera constante se les hace ver un mismo punto de vista sobre un tema determinado.
«Un periodista alemán [2] en Yásnaia Poliana (1904)». A: Lev Tolstói. Conversaciones y entrevistas. Encuentros en Yásnaia Poliana. Edició, selecció i traducció de Jorge Bustamante. Fórcola, 2012. P 103.

[1] Sobre Shakespeare i el drama, publicat per primer cop a La paraula russa (Russkoe Slovo), novembre de 1906.
[2] Hugo Hantz.

dimecres, 9 de gener del 2013

ara pla


Vaig llegir Tolstoi de molt jove, en traduccions angleses i franceses, criminals, literalment infectes. Després, les versions milloraren una mica. Només m'agradaria saber algun borrall o molts borralls de rus -el saber no ocupa lloc- per llegir Tolstoi en la seva llengua. L'obra religiosa i messiànica de Tolstoi no m'ha suscitat mai gens d'interès. Guerra i Pau, Anna Karènina, qualsevol altra novel·la d'aquest gegant de la realitat natural, m'han fascinat permanentment.
Josep Pla. Diccionari Pla de literatura. Edició de Valentí Puig. Destino, 2000. P. 830.
*  *  *
Hi ha un llibre considerable, grandiós, que sembla destinat a demostrar que la felicitat no es troba en l'obtenció de titil·lacions romàntiques. És Anna Karènina, de Tolstoi. La desgràcia de Vronsky i Anna comença quan tots els seus anhels han estat satisfets. Tota la segona part d'aquesta impressionant novel·la és una confirmació del consell de Goethe: la limitació de la felicitat.
Josep Pla. Op. cit., p. 341.

dimarts, 8 de gener del 2013

dilluns, 7 de gener del 2013

trama múltiple

William Hogarth. Marriage-à-la-mode, 1743-1745.


Las novelas tolstoianas plantean un antiguo problema relacionado con la teoría de las formas literarias, a saber: el de la trama múltiple o del centro dividido. En este punto, de nuevo, una técnica dirige nuestra atención hacia una metafísica, o por lo menos hacia conjeturas filosóficas. A pesar del punto de vista de muchos críticos de Tolstói y de lectores exasperados, las dobles y triples tramas de las novelas tolstoianas son elementos esenciales del arte de Tolstói, no síntomas de desorden estilístico o de autocomplacencia. En una carta al novelista, en 1877, Strájov habló desdeñosamente de «un crítico que se pregunta por qué ha de ocuparse usted...de cierto Levin, cuando debería ocuparse solamente de Ana Karénina». El crítico puede haber pecado de ingenuo en su lectura, pero las razones que hay detrás del método tolstoiano no son tan obvias como Strájov parece suponer.
Desde el principio, Tolstói trató de distribuir el peso narrativo de Ana Karénina entre dos tramas principales, y hay una sugerente dualidad en su búsqueda de un título. Dos matrimonios y Dos parejas, como Tolstói pensó, sucesivamente, titular el libro, son ambos un primer borrador donde vemos que Ana obtiene el divorcio y se casa con Vronski y cuyo propósito fundamental es ahondar en la naturaleza del matrimonio desde dos puntos de vista. Al principio, Tolstói no sabía con precisión cómo entrelazar la trama secundaria con la historia de Ana. Inicialmente, concibió a Levin (llamado sucesivamente Ordinstev y Lenin) como un amigo de Vronski. Pero gradualmente, y a través de exploraciones del material del que nos proporcionan fascinantes detalles los borradores, Tolstói halló las situaciones y los hilos de la trama que ahora nos impresionan como un todo orgánico e inevitable. En medio de la redacción de Ana Karénina, además, Tolstói se enzarzó en el problema de la educación popular. Durante algún tiempo le resultó repugnante trabajar en la novela.
[...] La novela es una Fisiología del matrimonio más penetrante que la de Balzac. La gran fuerza del tratamiento de Tolstói proviene del hecho de que retrata a tres matrimonios diferentes; la riqueza y madurez de su argumento serían menos claras para nosotros si se hubiese propuesto, como Flaubert, tratar exclusivamente un solo caso. Ana Karénina expone algunas de las teorías pedagógicas de Tolstói; Strájov le aseguró que hasta los más cultos maestros hallaban en los capítulos donde se habla del hijo de Ana «importantes sugerencias para una teoría de la educación». La trama múltiple permite a la novela sostener el peso de la polémica y de la abstracción. Algunas de las novelas «programáticas» de Dickens nos parecen retóricas e insulsas precisamente porque la parte de invención que contienen es demasiado restringida para contener y dramatizar la polémica social.
La comparación de las dos parejas, Ana-Vronski y Kitty-Levin, es el principal recurso que Tolstói emplea para lograr su propósito. El sentido del contraste, la yuxtaposición de las dos historias, concentra la moralidad de la fábula. Hay algo de Hogarth aquí, algo de las series paralelas de grabados que representaban a dos matrimonios o carreras: uno virtuoso y otro libertino. Pero la luz y la sombra están distribuidas de una manera más sutil; la nobleza de corazón de Ana es indestructible, y al final de la novela Levin se encuentra al comienzo de un camino muy difícil. Ésta es precisamente la diferencia entre sátira e ironía.
[...] Pero la tercera función de una trama doble o múltiple -su capacidad para sugerir la realidad haciendo que la concepción de una obra sea densa, irregular y compleja- es lo que da un peso decisivo a la novela tolstoiana. Se ha dicho con frecuencia que Tolstói es un escritor más «clásico» que Dickens, Balzac o Dostoievski porque depende menos que ellos de la mecánica de una trama, de las consecuencias de un encuentro casual, de una carta extraviada o de una súbita tempestad. En una narración tolstoiana los acontecimientos se presentan de una manera natural y sin la ayuda de aquellas coincidencias de las cuales tanto dependían los novelistas del siglo XIX.

George Steiner. Tolstói o Dostoievski. Traducció d'Agustí Bartra. Siruela, 2002. P. 104-107.


dissabte, 5 de gener del 2013

el resum de l'any, segons collins


BROGA · LEGBOMB · EUROGEDDON · MUMMY PORN · ZUCKERED · JUBILYMPICS · ROMNEYSHAMBLES · GAMES MAKERS · 47 PER CENT · SUPERSTORM · GANGNAM STYLE · FISCAL CLIFF
Our 12 words of 2012. Collins.

divendres, 4 de gener del 2013

un quadre de repin


1891
Iliá Repin pintó a Tolstoi en 1891, trabajando en esta habitación abovedada de Iásnaia Poliana. Se encuentra en el piso bajo de la casa y, en los años de infancia de Tolstoi, servía como despensa. Tenía el suelo de piedra y todavía se ven, en algunos lugares del techo, grandes argollas para colgar jamones. Pero, más tarde, se instalaron planchas de madera en el suelo, se amuebló con sencillez -como agradaba a Tolstoi- y sirvió como estudio del escritor desde 1862 hasta 1864; y, en una época posterior, desde 1887 hasta 1902. En este lugar escribió parte de Guerra y paz, así como El reino de Dios está en vosotros, Resurrección y La sonata a Kreutzer, entre otros relatos. Iliá Repin, buen amigo de Tolstoi, quiso representarle aquí rodeado de «su mundo campesino». No sólo aparece retratado con su camisa de mujik, sino que vemos en el fondo su guadaña con la que laboreaba en la siega, acompañando a los campesinos; la sierra que utilizaba en la carpintería y, también, otros aperos que le servían para su trabajo del campo. Al fondo, en la percha, están sus abrigos y sombreros. Hay cierto desorden en la ropa tirada sobre el sillón y en las botas y zapatos amontonados contra la pared del fondo, todo como gustaba al viejo León cuando repetía: «Se vive bien sin tanto orden».
 Mauricio Wiesenthal. El viejo León. Tolstoi, un retrato literario. Edhasa, 2010. P. 175.

Aquest, però, no va ser pas l'únic cop que Ilià Repin va retratar Tolstoi; n'he trobat cinc més.

 Llaurant (1887) i amb la seva dona, Sofia (1907)