NO CREO que sea cierto lo que De Quincey dice de sí mismo: que lee en griego con tanta facilidad y de manera tan constante como muchos otros hacen en francés. El asesino siempre acaba por ser descubierto, al igual que las lecturas de un hombre, y en los escritos de este autor la cantidad de referencias a la literatura griega no se corresponde en absoluto con esa declaración.
Henry David Thoreau, Diarios, 9 de noviembre de 1851. Llegit a: Henry David Thoreau. Walden. 2a ed. Traducció de Marcos Nava García. Errata naturae, 2013. P. 111.
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