Comencemos con un simple pasaje de lectura seguido de una pregunta:
Había un vuelo turístico de Viena a Barcelona. En el tramo final del viaje se averió el motor. Sobre los Pirineos, el piloto empezó a perder el control. El avión acabó estrellándose justo sobre la frontera. Los restos estaban esparcidos por igual en Francia y España. Las autoridades estaban tratando de decidir dónde enterrar a los supervivientes.
«A Case Study of Anomaly Detection: Shallow Semantic Processing and Cohesion Establishment», de S.B. Barton y A. J. Sandford, pág. 479.
La simple pregunta: ¿Dónde deberían enterrar las autoridades a los supervivientes?
¿Por qué te has decantado, por Francia o por España? Tal vez hayas ralentizado un poco tu pensamiento y hayas ofrecido una respuesta más considerada. Lee de nuevo la última oración: ¿cómo puede ser enterrado un superviviente en algún lugar? ¡Enterramos a los muertos!
Esta pregunta está basada en la investigación de Barton y Sandford sobre los errores de lectura a los que todos somos propensos o, como ellos lo denominan, la «detección anómala». Una vez más, muestran cómo nuestra lectura y nuestro pensamiento pueden ser defectuosos y proclives a lagunas y errores perjudiciales. [...] Revela cómo incluso los lectores adultos expertos podemos no comprender con precisión todo lo que leemos. No se trata de un mero divertimento efectista, sino que es indicativa de cómo la comprensión lectora requiere atención esforzada y cuidadosa a lo que estamos leyendo, a fin de que podamos construir un modelo mental completo del texto en cuestión.
Alex Quigley. Todos somos lectores. Traducció de Pablo Hermida Lazcano. Plataforma, 2022. P. 127.
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