El Bibliófago lee todos los libros sin distinción, siempre que sean difíciles. Los que se comentan no lo dejan satisfecho, han de ser raros y olvidados, difíciles de encontrar. A veces se pasa un año buscando un libro porque nadie lo conoce. Cuando al final lo encuentra, lo lee de un tirón, lo entiende, lo memoriza y puede citarlo siempre. A los diecisiete años tenía ya el mismo aspecto que ahora, a los cuarenta y siete. Cuanto más lee, menos se transforma. Todo intento de sorprenderlo con un nombre fracasa, es igualmente versado en cualquier campo. Como siempre hay cosas que ignora, no se ha aburrido nunca. Procura, eso sí, no citar algo que desconozca, no vaya a ser que otro se le adelante en la lectura.
El Bibliófago es como un arcón que nunca se ha abierto para no perder nada.
[...]La mujer que quiera ser su esposa deberá escribirle cartas pidiéndole información. Si le escribe con la suficiente frecuencia, él sucumbirá y querra tener siempre a mano sus preguntas.
Elias Canetti. “El bibliófago” A: Testigo de oído: cincuenta caracteres. Obra completa Vol. 1. Anaya; Mario Muchnik, 1997. P. 734.
La mujer que quiera ser su esposa ha d'estar tan zumbada com l'especímen dibuixat...
ResponEliminaVes, que a la vida hi ha moltes més coses i sortir a passejat també n'és una. Ara me n'hi vaig!
M'he fixat en la samarreta de la il·lustració, i jo diria que no és "el bibliófago" sinó "la bibliófaga". Què li passa al Canetti, que sap tan poc d'anatomia humana?
ResponEliminaPel que veig, el bibliòfag corregit i augmentat a la cinquena potència és el protagonista d'"Auto de fe" del mateix Canetti, que tinc a mitges però que trobo boníssim. Sabeu si aquest text és anterior ?
ResponEliminaLa samarreta pertany a la dona que es vol casar amb el bibliòfag, of course. La que li escriu cartes.
ResponEliminaNo trobo cap més referència a l'any de publicació de El testigo de oído que la que consta en l'edició que tinc. Diu "1974 by Carl Hanser Verlag, München".
Auto de fe, 1935. Pertant, primer va ser l'Auto.