dimarts, 22 de maig del 2012

hotel virolai (relais&châteaux)


"Yo estaba impaciente por volver a España en una compañía más audaz y visitar lugares más apartados e insólitos; y por ello efectué otros dos viajes antes de 1914. Cada año las carreteras mejoraban y resultaba más fácil conseguir información veraz sobre su estado; y yendo con un acompañante a quien no asustaba lo desconocido y quería ver cuanto viese yo, conseguí ampliar mi mapa considerablemente. Aquellos viajes incluyeron, en la costa oriental, la Seu d'Urgell, Ripoll, Girona y Barcelona, y el coche nos llevó hasta Montserrat, aunque en aquella época la ruta hasta allí desde Barcelona era tan difícil de encontrar y tan impracticable, que el ascenso nos ocupó casi un día entero y tuvimos que quedarnos en el monasterio a pasar la noche. Los visitantes extranjeros que no fueran estrictamente peregrinos eran todavía infrecuentes, y el hermano que nos recibió explicó que para acoger a los peregrinos había dos hospederías, y nos pidió que eligiéramos entre una que disponía de una cocina comunal, donde podríamos preparar nuestros propios alimentos, y otra, más cara, que tenía anexo un restaurante. Sintiéndonos bastante vulgares y ufanos de nuestra riqueza, elegimos la segunda; luego pedimos cuatro habitaciones y nos condujeron a una cámara glacial de techo abovedado y suelo de piedra, con cuatro nichos en las paredes, cada uno de los cuales contenía una cama.
Nuestro conocimiento del idioma no era adecuado para resolver esta dificultad, pero complementado con pantomimas indujo finalmente al hermano...¡a darnos cuatro cámaras de cuatro nichos en lugar de una!
Desde entonces nunca me ha preocupado volver a Montserrat, donde hoy se llega desde Barcelona en una hora por una carretera perfecta, bordeada de cafés y lugares de diversión, que conduce hasta los lujosos hoteles de la cumbre."

Edith Wharton. Una mirada atrás. Traducció de Jordi Gubern. RBA, 2004. P 257.


3 comentaris:

  1. La Wharton deixa clar perquè encara se'n diuen cel·les als dormitoris montserratins.
    Diga'm si en diu res més de la muntanya, perquè d'aquest fragment només se'n treu un visió ben raquítica.

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    Respostes
    1. Res més, Girb, va sortir d'allà cames ajudeu-me!!
      La cosa aquesta de viatjar li venia de petita. El primer cop que va trepitjar la península era una nena, la van dur els seus pares, cap a Granada falta gent i amb aquell llibre de Washington Irving sota el braç, Contes de l'Alhambra.

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    2. Cotxe ajudeu-me, de fet, que aquesta no es va calçar unes xiruques ni quan va anar al front francès.

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