divendres, 14 de maig del 2021

les muntanyes són muntanyes i els rius són rius


Los seres humanos necesitan fantasías. En potencia, el novelista es el mayor contador de verdades que existe, pero también se le da muy bien comerciar con fantasías. La forma literaria que es la novela les permite al autor y al lector sentirse como en casa, y a menudo se degrada en interés del capricho de la fantasía de uno u otro. En lo que nos es dado atisbar del futuro de la humanidad, siempre habrá novelas malas, eso sin duda; para alegrarle la vida a la gente sin hacerle de paso demasiado daño. Me asaltan tantos temores al respecto que quizá sea indicativo decir que un panorama de novelas malas hasta donde alcanza la vista no me parece ni tan desafortunado ni tan cruento. Los viejos temas de siempre están todavía ahí, y cobran nuevo y más acuciante significado por la falta de consuelo que da la metafísica: son los temas de todos los días, eso que nos es tan conocido, el mundo del amor, el egoísmo y la carencia. Quizá lo mejor que pueda decirse, y ya es mucho decir, sea que al final el escritor acabará pareciéndose al maestro budista cuando dijo aquello de que de joven pensaba que las montañas eran montañas y los ríos eran ríos; luego, después de muchos años de estudio y devoción, decidió que las montañas no eran montañas y los ríos no eran ríos; y, por fin, al final de sus días, cuando ya era muy viejo y sabio, logró comprender que las montañas son montañas y los ríos son ríos.

Iris Murdoch. «Existencialistas y místicos». A: La salvación por las palabras. ¿Puede la literatura curarnos de los males de la filosofía? Traducció de: Carlos Jiménez Arribas. Siruela, 2018. P. 52-53.
[La meditació] És un viatge. Al principi d'aquest viatge, diu un poema zen, la muntanya vista de lluny sembla una muntanya. Durant el viatge, l'aparença de la muntanya no deixa de canviar. Ja no la reconeixem, hi ha una fantasmagoria que substitueix la muntanya, no sabem gens cap on ens encaminem. Al final del viatge torna a haver-hi la muntanya, però ara ja no té res a veure amb el que vèiem de lluny tant de temps enrere, quan vam començar el camí. Ara és la muntanya de debò. Finalment la veiem. Hem arribat. Hi som.

Hi som.


Emmanuel Carrère. Ioga. Traducció de Ferran Ràfols Gesa. Anagrama, 2021. P. 27.


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