dijous, 27 de gener del 2022

no em toqueu l'infinitiu, gràcies

 

DE RAYMOND CHANDLER A EDAWARD WEEKS

En enero de 1947, el famoso novelista Raymond Chandler escribió una carta al editor de The Atlantic Monthly, Edward Weeks, con la intención principal de hablar del título de una colaboración que había escrito para dicha revista y que al fin apareció al año siguiente con el título «Noche de Oscar en Hollywood». Pero la cita que con el tiempo se ha convertido en una de las más famosas de Chandler aparece en la segunda mitad de la carta, un mensaje maravillosamente lírico que Weeks debía transmitir a la correctora tipográfica. 

18 de enero de 1947
Estimado señor Weeks:

Me temo que me deja sumido en la perplejidad. Yo creía que el título «Idolatría del amuleto en Hollywood» era perfectamente válido. No veo por qué hay que asociarlo con el crimen y el misterio. Pero usted manda. No opinó lo mismo cuando escribí sobre otros escritores. He pensado en títulos diversos, como Noche en el banco de Hollywood, La última opción de Sutter, El burdelillo de oro, Sólo faltaban los elefantes, El cojo de la fragua, El vodevil fue y la palmó y otras chorradas por el estilo. Pero nada que suponga una bofetada en toda la jeta. Por cierto, le ruego que transmita mis cumplidos al (o la) purista que lee sus pruebas de imprenta y le diga que suelo escribir en una especie de jerga deslavazada, más o menos parecida a como hablan los camareros suizos, y que si me da por partir un infinitivo, maldita sea, lo parto para que quede partido, y que si interrumpo la aterciopelada suavidad de mi sintaxis más o menos culta con unas cuantas palabras repentinas de cotorreo vernáculo de bar, lo hago con los ojos bien abiertos y la mente relajada, pero atenta. Tal vez el método no sea perfecto, pero no tengo otro. Creo que su corrector se esfuerza amablemente por ayudarme a permanecer en pie, pero aunque agradezco su diligencia, en realidad soy capaz de caminar recto yo solito, siempre que haya dos aceras y la calzada discurra entre ambas.
Si se me ocurre algo, le mando un telegrama.

Con mis mejores deseos,

7 comentaris:

  1. per aquells a qui agrada escriure, i als que volen editar fan servir uns sofisticats estris que endrecen, i adrecen, la escriptura. si haguessin existit abans (aquí pot-ser posarien d'antuvi), ara no tindríem cap obra mestre. Recordo les primeres aplicacions de traducció, en un contracte els bens varen ser corderos i ara, pitjor, en un rètol de mongetes bullides afirma, tranquil·lament, que son judias hervidas. Personalment (no em menyspreu, m'estimo més fer "faltes"

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  2. no soc anònim, o potser sí. Segur que sí.

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  3. En tothom no existeix, pot-ser sí que és en Ningú.

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    1. Fins i tot Ulisses va perdre el nom (a la cova de Polifem, el ciclop) i va passar a ser Outis (literalment Ningú).

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  4. En Ningú m'ha deixat cec.

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