divendres, 12 de maig del 2023

quotes de perversió humana


En los tiempos que corren, el famoso Marqués de Sade parece un escritor para niños. Pude comprobarlo al tomar recientemente uno de sus libros y ver que me entraba la risa como si me estuvieran haciendo cosquillas, como si estuviese leyendo a uno de mis escritores favoritos de la infancia. La suculenta Molly Bloom es un ama de casa que se entretiene poetizando durante horas sobre su propio orgasmo, una cuestión técnica que ya a nadie interesa. Su famoso flujo de conciencia se lee hoy como un manual de instrucciones para poner en funcionamiento una lavadora, manual que abarca una extensión de cincuanta páginas. El gran éxito de ventas a escala mundial de Erica Jong, que desempeñó un papel muy importante en la liberación sexual del proletariado femenino explotado, ya no lo leen ni siquiera las ancianas en los asilos. El sexo sinceramente sentido y lleno de buenas intenciones ocupa al parecer el lugar más ínfimo en la historia de los temas literarios. Y lo que prima cada vez más a velocidad vertiginosa es la perversión humana.

A los escritores les ha subido la fiebre con este súbito ascenso en el mercado de valores literarios y compiten por inventar la historia más siniestra o más impactante. Al mismo tiempo, la perversión humana sólo se relaciona con el sexo de manera tangencial. La perversión aparece hoy en las novelas como entidad individualizada por derecho propio, hasta el punto de convertirse casi en protagonista del relato, desprovista de razón y de placer, de motivos reales o de fuerza y voluntad, desprovista de dramatismo y ajena tanto a quienes la perpetran como a sus víctimas.

[...] A nadie le interesan las víctimas reales ni los criminales reales. Ni a los tribunales, ni a sus ciudadanos; ni a los editores, ni a los lectores. Todos se niegan a creerlo. Un crimen imaginario es mucho más convincente; la realidad resulta demasiado real. Sólo pueden identificarse con un crimen inventado, sólo se excitan con la maldad sobre el papel. Es fácil imaginar a un lector contemporáneo sentado en un charco de sangre real, sobre un montón de cadáveres reales, absorto en la lectura de una novela sobre la perversión humana. Incluso a quienes ya se han resignado a la idea de que la literatura ha muerto esta escena les devuelve la esperanza. ¡Cómo no asombrarse ante el mágico poder de la palabra escrita!


Dubravka Ugresic. «Cuotas de perversión humana». Gracias por no leer. Traducció de Catalina Martínez-Muñoz. La fábrica, 2004. P. 17-18.

 

2 comentaris:

  1. És que el sexe està sobrevalorat. Si no fos per la imaginació (alguns en diuen perversió) el sexe pot resultar avorridíssim; i no diguem si ets dona —parlo d'oïdes—, amb el personal que corre (que bonica és la polisèmia!). Feia temps que no treia el nas pels comentaris del club (era a casa imaginant coses), però em venia de gust saludar-te, Matilde.

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  2. Tot un plaer, Enric, veure't per aquí!

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