El paso de unos planes de estudios definidos por conocimientos y contenidos a otros enfocados a las competencias es la manifestación más visible de una desvaloración general del saber en las escuelas y las universidades. Seducidos por la idea de que en una sociedad del conocimiento de lo que se trata es de desarrollar aquellas capacidades que permiten gestionar competentemente cualquier saber, parece que no nos hemos dado cuenta de que así el saber se convierte en algo secundario. Las competencias giran en el vacío. Por eso hablamos de competencia lectora en vez de textos, adiestramos la capacidad de resolución de conflictos en vez de formar el sentido de la justicia, educamos la capacidad de comunicar y no tanto para tener algo que decir. Este es el contexto en el que se minusvaloran ciertas áreas del conocimiento, como las humanidades o la filosofía, lo cual no sería especialmente grave comparado con lo que implica de desprecio hacia el saber como tal.
Es como si no tuviéramos idea de qué contenidos tienen valor por sí mismos y son el alimento necesario para la formación de nuestros jóvenes.
[...] ¿Y si la buena educación, en última instancia, no fuera otra cosa que educación para la incompetencia? Quiero decir que más allá del adiestramiento para las destrezas que se requieren para la supervivencia, en toda educación verdadera hay un momento en el que se suspende la urgencia de las necesidades para adentrarnos en el lujo de la reflexividad, donde no se trata tanto de desarrollar habilidades prácticas como de aprender a descubrir lo que tiene valor en sí, con independencia de la necesidad que satisfaga o la utilidad inmediata que prometa. Las preguntas básicas de la vida, las que interrogan por lo bello, lo bueno, lo justo o lo verdadero, no son resolubles como los problemas cuya solución pretende la educación por competencias. La verdadera educación termina enfrentándonos a problemas que no pueden ser liquidados, para los que nunca terminamos de ser plenamente competentes.
Daniel Innerarity. La sociedad del desconocimiento. Galaxia Gutenberg, 2024. P.71-72.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada