La biblioteca infantil de York me convirtió en la escritora que soy, me contó Kate Atkinson. Luego me habló del pase de adulto que decidieron darle cuando tenía seis años porque sacaba muchos libros.
Siguió contándome que la pequeña zona de esa biblioteca pública que antes era la sección infantil es donde ahora se encuentran todos los libros de la biblioteca, y que el resto del espacio está lleno de ordenadores o está dedicado a la genealogía, y que ahora ya no se llama Biblioteca Municipal sino York Experience.
Su hija Helen Clyne interrumpió para decir que lo importante de la noción de biblioteca pública es que es el único lugar donde puedes presentarte sin más, un lugar gratuito y democrático donde puede entrar cualquiera y estar allí con otras personas sin necesidad de dinero —un lugar limpio y bien iluminado, dijo Kate—, cuya verdad municipal subyacente es que no es una tienda, dijo Helen. Se puede ir sin más. Y se puede estar allí sin más. Con personas de todas las edades a nuestro alrededor. No tiene por qué ser algo educativo. No importa quién eres ni lo que haces. Si eres joven o viejo. Rico o sin techo. Da igual. Puedes estar allí.
¿Así que ya no va de libros?, pregunto. ¿O es que va de algo más que libros?
Quizá siempre haya sido algo más, dijo Helen.
¿Porque los libros siempre han tratado de personas?, dije.
Sí, claro. Pero había una cultura que nos animaba y que ahora no existe, dijo Kate. Compré muy pocos libros cuando mis hijas eran pequeñas. Íbamos a la biblioteca. Tampoco nadie compraba libros cuando yo era pequeña. Yo iba a la biblioteca.
Eso hacíamos, dijo Helen. Se trataba de una costumbre, un ritual. Sacabas un libro en préstamo, lo leías, lo devolvías y elegías otro, y otra persona leía lo que tú habías leído antes y después de ti. Era comunitario. Eso es lo que significa biblioteca pública: algo comunitario.
Ali Smith. Biblioteca pública y otros cuentos. Traducció de Magdalena Palmer. Nórdica, 2024. P. 59-60.
Brutal reflexió. L'has penjada sense voler o amb tot l'ànim de polemitzar? La Pilarín no està pas lluny de la de Nova York en els aspectes descrits al text...
ResponEliminaL'he penjada volent, sense ànim de polèmica. Senzillament és el que hi ha. Saló recreatiu Pilarín.
EliminaA la biblioteca de Molins hi ha molts llibres, molts llocs de lectura i pocs ordinadors.
ResponEliminaZaca
Així doncs, encara no teniu una Molins Experience, Zaca. Tot arribarà. La cosa ja no va només de llibres, representa. O Brave New World!
EliminaPer cert, el subratllat de todos no és meu, és de l'Ali Smith, consti.
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