Diego A. Moreiras
«Dimensiones de una masacre en la escuela: traducción intersemiótica en We need to talk about Kevin»
A: Cuadernos del Centro de Estudios en Diseño y Comunicación. Ensayos. Núm.61. 2017.
We need to talk about Kevin es la historia de una masacre en un contexto escolar, planteada desde el núcleo familiar de Kevin, adolescente que ejecuta la masacre. El libro fue publicado por primera vez en el año 2003. Su autora es Lionel Shriver y se presenta como un conjunto de cartas que Eva, madre de Kevin y esposa de Franklin, le escribe a su marido luego de la masacre del jueves. La película fue estrenada en 2011, su directora es Lynne Ramsay y está basada en el texto. Libro y película comparten el mismo título.
Si bien lo familiar es el centro de la historia, el punto de vista del relato constituye una característica particular tanto del filme como del libro. Eva, la madre de Kevin, es el punto de focalización para narrar esta historia y, a través de su personaje, accedemos a los eventos que llevan hasta el jueves, día de la masacre. Desde allí se nos muestra el devenir de la cotidianeidad de Eva con posterioridad al juicio y durante los dos primeros años del encarcelamiento de su hijo.
Hay, además, un segundo elemento que diferencia a We need de otras historias sobre matanzas en escuelas. La decisión de Kevin no nace de una situación puntual o reiterada de acoso escolar, de violencia o maltrato ejercida hacia él por sus compañeras/os. En este sentido, la historia propone (y complejiza) un personaje que, lejos de ser la víctima de situaciones de acoso en la escuela, en muchas oportunidades es quien las genera.
En este escrito, nos proponemos desarrollar dos ideas de trabajo que pueden considerarse articuladas entre sí. La primera establece que en el libro es preponderante la construcción del personaje de Kevin, a partir de los recuerdos de Eva, que hace de narradora. En ese juego, Eva escribe desde un tiempo cero de la enunciación establecido claramente por la fecha de cada una de las cartas, con posterioridad al fatídico jueves y antes del segundo aniversario de la masacre. Su escritura, no obstante, presenta un predominio de relatos sobre el pasado, en un diálogo diferido, propio del género epistolar, con su marido. El presente de Eva es de una soledad abrumadora y la inquietud por la ausencia de su marido, Franklin, y su hija, Celia, va a crecer en el espectador a partir de estrategias de montaje. En la película, la vida interior de Eva queda reflejada solamente en su rostro: desaparecen sus reflexiones y pensamientos como tales (importantes y explícitos en el libro). Solamente tenemos el cuerpo y los gestos de Tilda Switon. Kevin, aquí, se presenta a sí mismo a través de sus acciones y en menor medida, de sus palabras. El relato está focalizado igualmente en Eva, pero lo que llegamos a saber de ella es considerablemente menos...
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