Sin pan y sin trabajo (1892-93), Ernesto de la Cárcova. |
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N'hi hauria prou amb mirar, però m'ha fet gràcia incloure-hi una miqueta de retòrica:
"Enorme fuerza expresiva y contundente denuncia social la que contiene este cuadro. La escena, cargada de dramatismo, representa el interior de una vivienda miserable en la que un hombre en paro descorre la ajada cortina con un gesto de rabia e impotencia. Mira a través del cristal a los obreros entrando en la fábrica mientras él se queda en casa sin trabajo y sin salario que aportar a su familia. Su puño apretado sobre la mesa, sus rudas manos de trabajador manual, su postura en equilibrio inestable sobre la silla inclinada... todo muestra una situación desesperada. Por si fuera poco, su mujer intenta amamantar a un bebé pero su extrema delgadez la ha dejado sin leche. Sus grandes manos también muestran la situación límite y se aferran entre protectoras y crispadas a su hijito. Podemos rastrear una sucesión de miradas muy expresivas y clarificadoras de la terrible situación: la madre mira a su marido mostrando la angustia y esperando en vano una solución a la pobreza, el hambre y el futuro incierto de su bebé. El marido mira por la ventana con furia a los trabajadores que acuden a su trabajo y lamenta, junto a sus herramientas de trabajo sobre la mesa, estar sin hacer nada cuando es un hombre fuerte en plena capacidad de trabajo. La miseria de la estancia, muebles rotos, paredes desconchadas, ausencia de casi todo, acentúa lo dramático de sus vidas. Mirando más allá del cuadro, subyace una denuncia de la crueldad y la injusticia inherentes al sistema capitalista, especialmente durante la Revolución industrial, cuando las condiciones de trabajo y los salarios eran vergonzosos." Llegit a El dorado.
No podia acabar el mes de la fam "metafòrica" sense recordar l'altra, la que recargola l'estómac i els budells.
ResponEliminaM'hauria agradat parlar de la patata i el míldiu, de la gran fam irlandesa, vaja; o de les cues que es formen, ara mateix, cada vespre, als contenidors dels hipermercats; o de com el Banc dels aliments de Vic no dóna a l'abast; o dels 925 milions de persones que passen fam al món (el 98% en països en "vies de desenvolupament"; 19 milions en països "desenvolupats"); o del milió i mig de persones que a Catalunya es troben, permanentment, sota el llindar de la pobresa. Però ens haurem de conformar amb un quadre de fa 119 anys.
Això és la crueltat i la injustícia inherents al sistema capitalista, especialment durant les crisis econòmiques.
ResponEliminaTot i que és ben cert que això no és una crisi, és una estafa.
ResponEliminaNo podem estar-hi més d'acord, Òscar. Una estafa descomunal, sense precedents.
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