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Equivalente parisino (en mucho más modesto) del Chelsea
Hotel, situado en el número 9 de la calle Gît-le-Coeur del parisino distrito 6. Hasta su venta en 1963, lo regentó la señora Rachou, apodada por los beat la Madre de pelo azul de todos nosotros. Parece que fue Jack Kerouac el primero de esa pandilla de estadounidenses en instalarse allí en 1956, seguido al año siguiente por Allen Ginsberg, Gregory Corso, William Burroughs, Brion Gysin, Peter Orlovsky, etc., sin duda acudidos con la esperanza de comprobar el adagio de Oscar Wilde según el cual "los buenos americanos van a París cuando se mueren". Fue en la habitación número 15 donde Burroughs acabó El almuerzo desnudo y donde, inspirado por los trabajos pictóricos de Gysin, perfeccionó con Minutes to Go la técnica del cut up, consistente en recortar distintas partes de un texto y combinarlas para conformar un nuevo escrito, al modo del collage en pintura o del montaje en el cine. Fue, asimismo, en aquella habitación donde se realizó la primera Dreamachine siguiendo los consejos de Ian Sommerville. Y en ese hotel un tanto cutre fue donde Ginsberg escribió su famoso poema "Kaddish" y Corso el no inferior "Bomb".
Fabrice Gaignault. Diccionario de literatura para esnobs. Traducció de Wenceslao-Carlos Lozano. Impedimenta, 2011. P. 52.
"Los cuartos tenían ventanas con vista a las escaleras interiores y con poca luz. El agua caliente solo estaba disponible los jueves, viernes y sábados. El hotel ofrecía la oportunidad para bañarse en la única bañera situada en el primer piso siempre y cuando el huésped lo reservara de antemano y pagara el sobrecargo por el agua caliente. Las cortinas y los cobertores de las camas eran cambiados y lavados en cada primavera. Las sabanas se cambiaban (a veces y en un principio) cada mes." (D' aquí.
ResponEliminaLes paniers à salade de Paris passaient à toute vitesse en chantant dîî dâ dîî dâ.-
ResponEliminaLe lendemain, je partis aà la découverte des librairies, et j'entrais à la bibliothèque Benjamin Franklin, sur l'emplacement du vieux Café Voltaire (face à la Comédie-Francaise), ou tout le monde de Voltaire à Gauguin, à Scott Fitzgerald, est venu boire; maintenant, ce lieu est hanté par des bibliothécaires américains compassés, sans expression. -
Jack Kerouac, Grand voyage en Europe -preàmbul de Le vagabond américain en voie de disaparition-, Gallimard, Paris, 1969.
Val més una bona cambrera que mil bibliotecàries (americanes o no) llepafils i sense expressió, on vas a parar, Girb!
ResponEliminaEl viatget a Europa que va fer el Kerouac al 1956 (creuant l'Atlàntic enrolat en un mercant), té molt de fundacional. I, posats a escollir, no he pogut resistir la temptació d'una cita "bibliotecària".
ResponEliminaSuposo que quan tractem al Sebald serà el moment de la gran literatura rodamón: Chatwin, Kapuściński,...
La cita va que ni pintada, Girb, ja saps que tinc flaca per aquestes qüestions. He enllestit el calendari de la propera temporada. La setmana que ve el presentaré oficialment (la qual cosa voldrà dir que ja no hi haurà volta enrere!). Pel novembre, d'entrada, cap al Comtat de Suffolk, i d'allí enllà, on ens portin les xiruques.
Eliminadîî dâ dîî dâ... dîî dâ dîî dâ...
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