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Ahora sabemos que un hombre puede leer a Goethe o Rilke por la noche, que puede tocar a Bach y Schubert, y por la mañana acudir a su trabajo en Auschwitz.
George Steiner. Lenguaje y silencio. Ensayos sobre literatura, el lenguaje y lo inhumano. Gedisa, 1994.
«Los lectores misioneros piensan que nadie puede estar completo —como ellos, que se sienten tan íntegros— si no posee el hábito probado y declarado (ávido, voraz) de la lectura de libros, y no de libros comunes, sino de libros buenos, excelsos, extraordinarios, como los que ellos mismos leen, por supuesto; «lectura de calidad», para hacer seres humanos perfectos. No son simples lectores satisfechos o aun felices con lo que leen: son, literalmente, los cruzados de la lectura. Y ahí donde la certeza se vuelve religión, nace el dogma que, para imponerse, no duda ni un instante en descalabrar a algunos. «Todas las religiones tienen olor a muerto», escribió el poeta Armando Tejada Gómez.
Los cruzados de la lectura tornan su misionerismo en una batalla religiosa: convertir fieles, acabar con los herejes, con los no bautizados en las aguas de las fuentes librescas. Y nada hay más peligroso que hacer del verbo leer un imperativo bíblico que, en este caso, lo es independientemente del pretendido laicismo y la declarada buena voluntad de «compartir», verbo este que se convierte, aun inconscientemente, en homilía y oficio divino: impartir doctrina (rollo libresco) y dar la comunión, repartir hostias (los libros), para la salvación del espíritu.
¿Por qué no podemos ser un poco más cordiales y un poquito, aunque sea un poquito, más humildes, en nuestros esfuerzos proselitistas? Si el afán de promover y fomentar la lectura de libros se convierte en religión, en eucaristía, acabaremos imponiendo generalizaciones y dogmas, porque nuestros deseos no siempre se acomodan a la realidad. La gente es diversa y tiene gustos y preferencias múltiples y, a veces, excluyentes, que no siempre desembocan ni tienen que desembocar, forzosamente, en los libros.»
Juan Domingo Argüelles. Si quieres...lee. Contra la obligación de leer y otras utopías lectoras. Fórcola, 2009. P. 16-17.
Molt bo.,,,i jo ho faria extensible a tot el que en diuen "hàbits culturals".
ResponEliminaAixò dels hàbits s'escau molt bé aquí, en parlar de missioners! Rima de primera.
EliminaTot pot ser santuari: només cal devoció.
Elimina«Todas las religiones tienen olor a muerto», és esplèndid.
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