rousseau, rousseau.... (maneres de llegir?)

Confessions, llibre VI.

He dicho que me había llevado algunos libros. Los utilicé, pero de un modo menos idóneo para instruirme que para abrumarme. La falsa idea que tenía de las cosas me persuadía de que, para leer un libro con provecho, era menester poseer todos los conocimientos que el libro suponía, lejos de pensar que a menudo el propio autor no los tenía y que los iba sacando de otros libros a medida que los precisaba. Con esta loca idea me veía detenido a cada instante, forzado a correr incesantemente de un libro a otro y algunas veces, antes de llegar a la décima página del que pretendía estudiar, hubiera tenido que apurar las bibliotecas. Sin embargo, me empeñé de tal modo en este extravagante método que perdí en ello un tiempo infinito y poco faltó para que se me embrollara la cabeza al punto de no ver nada ni saber nada.