Los escritores deben aprender lenguas extranjeras, las más que puedan, pero no para traducir sino para leer. Lo ideal es que un escritor lea exclusivamente en lenguas que no son la suya. De ese modo creará en su cabeza y en su boca y oído el clima propicio para que crezcan las frases, esos dispositivos ajenos al lenguaje común, sin los cuales no hay literatura.
César Aira. «Encuesta: la traducción poética». La ola que lee. Artículos y reseñas 1981-2010. Random house, 2021. P. 41.
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