dissabte, 23 de març del 2024

el manifest ljubljana


IVANNA VALLESPÍN
Mihael Kovač
Experto en lectura y el uso de pantallas

El País
2|3|2024

Mihael Kovač (Liubliana, Eslovenia, 63 años) se confiesa un "loco" por los libros. Así que citarlo en la librería Laie de Barcelona lo hace sentirse como en casa, a pesar del largo trayecto que ha recorrido este profesor del Departamento de Biblioteconomía, Ciencias de la Información y Estudios del Libro de la universidad de la capital eslovena. Es uno de los firmantes del Manifiesto Liubliana, que propugna el fomento de la lectura de nivel superior (textos complejos) para no perder la capacidad de pensamiento crítico en una era dominada por la tecnología y el consumo superfluo de contenidos. Asimismo, ha participado en estudios que analizan el efecto de las pantallas en el aprendizaje. En una visita la semana pasada a la Universidad Politécnica de Cataluña, que se unió al manifiesto, Kovač defendió que el futuro pasa por encontrar el equilibrio entre el papel y la pantalla.

Pregunta: ¿Qué es el Manifiesto Liubliana?
Respuesta: Es un manifiesto sobre la lectura de nivel superior, que es la de cualquier texto largo que requiere concentración y con la que adquirimos conocimientos. Este tipo de lectura es importante porque nos sirve para aprender palabras y tiene oraciones largas y complejas, así que aumenta nuestra capacidad de usarlas y de pensar en sistemas complejos. Si solo sé 500 palabras, mi vocabulario será extremadamente sencillo y no podré afrontar cosas complejas. Tener un pensamiento complejo es crucial en el mundo en el que vivimos, que está lleno de soluciones simples y simplificadas.

Con esta lectura también desarrollamos la empatía, al leer sobre personajes y situaciones diferentes a la nuestra. Y esto es muy importante en la vida personal y en la profesional, nos ayuda a limitar nuestra estupidez. El 20% de los directivos de tecnologicas en EEUU estudiaron Humanidades o Ciencias Sociales y leen libros. En definitiva, la lectura podría verse como un gimnasio para el cerebro de personas que están haciendo cosas importantes en sus vidas.

P. ¿Qué problemas detectaron para concluir que era necesario este manifiesto?

R. En 2016 un grupo de académicos de varios países inició un análisis sobre las diferencias entre leer en pantalla y en libros. Y se vio que, con textos largos, cuando se lee en papel la persona recuerda mejor lo que ha leído. En base a esto, advertimos a las autoridades educativas de que la digitalización no resuelve todos los problemas y de que para mejorar las habilidades de lectura necesitamos recuperar el papel.

P. ¿Qué quieren conseguir con el manifiesto?

R. Hemos conseguido que una decena de ministros de Cultura firmen el manifiesto, pero ninguno de Educación. Estaría bien seguir el ejemplo de Suecia, donde tras unos malos resultados en PISA han recuperado la lectura en papel. Aunque no está confirmado oficialmente, si se mira el informe PISA, los buenos resultados en competencia digital son correlativos a la comprensión lectora. Mi hipótesis es que las personas que mejor usan los ordenadores son grandes lectores de libros, porque requiere concentración e imaginación. Sería un error volver a los libros porque entonces seríamos dinosaurios en la sociedad de la información, y si nos limitamos solo a las computadoras, no capacitamos a las personas para que piensen estratégicamente o para que tengan un lenguaje rico.

P. Entonces, ¿está en contra de los ebooks?

R. Para ser honesto, yo los uso para las novelas de ficción, de crimen, fantasía...Los textos más complejos los leo en papel. Los ebooks son muy útiles para según que géneros y también si no te puedes permitir comprar libros.

P. ¿Qué dicen los estudios sobre el efecto de las pantallas en los más jóvenes?

R. Los libros nos entrenan en la paciencia y las pantallas en el constante cambio y en la concentración en breves espacios de tiempo. Lo que me preocupa, y también a otros estudiosos, es que el abuso de los móviles podría sobrepasar nuestra capacidad de lectura: en otras palabras, si les damos las pantallas a los niños demasiado pronto, podrían perder su capacidad de concentrarse o de sentarse y pensar.

P. Muchas escuelas españolas han limitado, e incluso prohibido, los móviles. ¿Qué le parece?

R. Inteligente. Otro problema derivado del abuso de las pantallas es la miopía. En China casi han prohibido los teléfonos en los primeros años de primaria y han impuesto al menos dos horas al día de juego al aire libre.

P. En partes de España se observa que los alumnos no entienden lo que leen. ¿Se ha analizado?

R. No, porque es nuevo, pero afecta a muchos países, según se ha visto en los resultados de los estudios PISA y PIRLS. Debería disparar las alarmas, porque también tenemos problemas en matemáticas. Si no eres un buen lector puedes hacer un cálculo, pero no resolver un problema. Creo que [la falta de comprensión lectora] se debe a varios motivos. Por un lado, las habilidades lectoras no son las adecuadas. Otro motivo podría ser un vocabulario pobre. También puede influir el uso de las pantallas. Además, si pensamos que todos los niños son especiales y brillantes, cuando no sepan leer o comprender lo que leen, no será porque no se esfuerzan lo suficiente, porque él es brillante. La culpa será del entorno y de los que no saben bien. Así que creo que la causa es una combinación de factores sociales, culturales, políticos y tecnológicos.
P. ¿Qué propone para fomentar el hábito de la lectura?

R. En los años cuarenta se empezaron las campañas contra el tabaco o para explicar hábitos de vida saludables, como hacer deporte. Y la gente cambió sus hábitos y el número de fumadores es el más bajo de la historia, y mucha gente ahora hace ejercicio. Tenemos que trabajar duro para persuadir a la gente. Leer requiere más esfuerzo que ver vídeos de TikTok o series de Netflix. Un error de muchos países europeos es intentar fomentar la lectura diciendo que es un placer. Pues no, supone un esfuerzo. Algunas sociedades lograrán el equilibrio entre los libros digitales y los tradicionales, pero otras fracasarán y quedarán rezagadas. Las sociedades que sepan adaptarse a los cambios sobrevivirán, y las que fracasen, desaparecerán. Tenemos que ver las ventajas de la tecnología y de la inteligencia artificial. Todo depende de lo que los humanos hagamos con ellas. De alguna forma tenemos que combinar la inteligencia de las máquinas y la sabiduría de los humanos. Y ese es el gran reto para nuestra civilización. Y si lo logramos, podemos llegar a ser una civilización mejor y más interesante. Pero no imagino esa civilización sin librerías.

 

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