dilluns, 2 de juliol del 2012

hotel cervantes



· EN UNAS INSTRUCCIONES de Julio Cortázar para tener miedo, doy con un párrafo que habla de un pueblo de Escocia donde venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. "Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere."

He mirado el reloj. Eran las tres y diez. Hacía años que no creía tan literalmente en lo que leía. De hecho, me ha parecido que seguía vivo de puro milagro (...). He vuelto a pensar en Cortázar y me he acordado de La puerta condenada, un relato de 1956, donde en un hotel de Montevideo un comerciante oye en la noche el misterioso llanto de un niño tras el armario que tapa una puerta cerrada. El relato de Cortázar comienza así: "A Petrone le gustó el Hotel Cervantes por razones que hubieran desagradado a otros. Era un hotel sombrío, tranquilo, casi desierto. Un conocido del momento se lo recomendó cuando cruzaba el río en el Vapor de la Carrera, diciéndole que estaba en la zona céntrica de Montevideo. Petrone aceptó una habitación con baño en el segundo piso, que daba directamente a la sala de recepción."


· He recorado que Vlady Kociancich escribió un ensayo sobre una casualidad de tipo fantástico entre La puerta condenada y Un viaje o El mago inmortal, un relato escrito por Bioy Casares en aquellos mismos días y de trama idéntica a la de Cortázar. Decía Kociancich que si ya la casualidad argumental era rara, la presencia de otras muchas coincidencias lo enrarecía todo aún mucho más. Petrone, el personaje de Cortázar y el narrador de Bioy tienen la misma profesión y viajan a la misma ciudad, Montevideo (en el Vapor de la Carrera, un barco que salía de Buenos Aires a las diez de la noche y llegaba a la mañana siguiente a su destino), y están a punto de registrarse en el mismo hotel sombrío y tranquilo.

Y aún hay más. Una vista melancólica desde el cuarto de baño aparece casi idéntica en el comienzo de los dos relatos. Y la coincidencia está también en las voces nocturnas de los vecinos de cuarto que despiertan a los personajes: mientras el llanto enigmático de un niño tras el armario que tapa una puerta condenada impide dormir a Petrone, al donjuan fracasado de Bioy le toca el castigo de una pareja que hace el amor atronadoramente.


· Bioy Casares, en unas declaraciones de los años ochenta: "Sobre Cortázar le voy a contar que estando él en Francia y yo en Buenos Aires escribimos un cuento idéntico. Empezaba la acción en el Vapor de la Carrera, como se llamaba entonces. El protagonista iba al Hotel Cervantes de Montevideo, un hotel que casi nadie conoce. Y así, paso a paso, todo era similar, lo que nos alegró a los dos."

Enrique Vila-Matas. Dietario voluble. Anagrama, 2008. P. 130-132.



2 comentaris:

  1. Està bé el Dietario voluble aquest? Aquest Vila-Matas encara no l'he llegit (bé, com tants altres), però aquest autor sí que és dels que m'agraden, com Cortázar o Cervantes.

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    1. Bé, n'he reproduït tants fragments que si cliques a l'etiqueta "Enrique Vila-Matas" l'hauràs llegit pràcticament sencer. Un dia d'aquest vindrà l'Sgae i m'hauràs de dur tabac a la presó de Reading, Òscar.

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