Edmond y Jules de GoncourtLA MUJER EN EL SIGLO XVIII
«En teoría lo compré porque quería saber un poco más sobre un siglo que me fascina. Sin embargo, después he acabado usándolo como una medicina.»
De vez en cuando, en la escritura hay también cierta forma de elegancia pura, carente de ingenio pero repleta de maestría, que lleva al lector a un deleite absolutamente peculiar, incluso vacío, como pasar los dedos por una superfície lisa o contemplar, tumbado, un río que corre. Ni siquiera importa tanto lo que se está leyendo, es un placer sutilmente físico ocasionado por la simple colocación de la escritura en el espacio, por la levedad de sus movimientos, por el sonido cristalino que produce al rebotar en la mesa de mármol de nuestra atención. Se lee no tanto para aprender, ni tampoco para poder uno entretenerse de un modo inteligente, se hace para dejar que la prosa impregne un cansancio, un fracaso o una derrota personales, aliviando el resquemor y limpiando la herida. Así, leemos por el simple placer de la lectura, y para salvarnos...
Alessandro Baricco. Una cierta idea de mundo. Traducció de Carmen García-Beamud. Anagrama, 2020.
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